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© ReutersLos familiares de Adriana Morlett, una universitaria desaparecida hace seis meses en la capital, guardan una vigilia.
Una organización mexicana le puso cifras al fenómeno de las desapariciones forzadas, en aumento en México desde que el gobierno declaró en 2006 la guerra a los carteles, pero difícil de cuantificar.

Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), financiada con dinero federal, entre 2006 y 2011 se reportaron unas 5.397 personas como "extraviadas o ausentes". La cifra fue dada a conocer este sábado y fue elaborada a partir de las denuncias de los familiares de desaparecidos y del número de casos abiertos en los tribunales. CNDH precisó que 3.457 son hombres, 1.885 mujeres y en los otros 55 casos no se posee ese dato.

El corresponsal de BBC Mundo en México, Ignacio de los Reyes, informó que desde los años noventa se observa el crecimiento de desapariciones, que suelen acabar en muerte, de miembros de bandas criminales a manos de otras organizaciones rivales.Pero añadió que recientemente creció el número de desapariciones de hombres jovenes y con empleo que aparentemente no tienen vínculos con el crimen organizado.

A menudo estas desapariciones se efectúan en grupo. A diferencia de los secuestros, en el fenómeno de las personas desaparecidas o "perdidas" no se produce una petición de rescate.

Papel del ejército

La escala del problema de las desapariciones fue puesta de manifiesto por los descubrimientos de fosas comunes usadas por los carteles de la droga. En una de éstas, descubierta en junio, se hallaron 55 cadáveres. Hace dos años, se conoció el macabro relato de un presunto colaborador del cartel de los hermanos Arellano Félix que declaró haber disuelto en ácido a 300 personas a lo largo de una década.

La información de la CNDH se conoce solo dos días después de la publicación de datos preliminares de un estudio de Naciones Unidas que apunta como posibles responsables de un buen número de esas desapariciones a las Fuerzas Armadas, uno de los pilares del presidente Felipe Calderón en su lucha contra el crimen.

Los expertos del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias revelaron que habían recibido información detallada sobre desapariciones forzadas perpetradas por miembros del ejército. El presidente Calderón desplegó a más de 50.000 militares para poner fin a la violencia perpetrada por los carteles de la droga y que desde que él asumió el poder, en diciembre de 2006, ha causado más de 34.000 muertes.