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El equipo de Naciones Unidas encargado de investigar la muerte de civiles en Duékoué ha encontrado una fosa común con cerca de 200 cadáveres en esta ciudad del oeste de Costa de Marfil que fue asaltada la semana pasada por las fuerzas del aspirante a la Presidencia, Alassane Ouattara, según informó este martes la directora de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Valerie Amos.

Amos, quien se encuentra de visita en la ciudad en el marco de una misión humanitaria, declaró a Reuters que no le había sido posible confirmar la muerte de 800 personas, tal como denunció este pasado sábado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

"Lo que podido saber de las investigaciones que llevan a cabo nuestros compañeros de la agencia de Derechos Humanos de Naciones Unidas es que ha aparecido una fosa común", explicó. "Ya han encontrado cerca de 200 cadáveres en la fosa y han localizado cuerpos en otras partes de la ciudad", agregó.

El CICR denunció este sábado que al menos 800 personas habían muerto el 29 de marzo en los combates por el control de Duékoué entre las fuerzas de los dos candidatos que se enfrentaron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre, Alassane Ouattara y Laurent Gbagbo.

Por su parte, la misión de paz de la ONU (ONUCI) denunció que ese mismo día las fuerzas de Ouattara habían acabado con la vida de 220 personas en Duékoué y las de Gbagbo habían matado a 110. Las ONG de Derechos Humanos han hablado incluso de mil muertos. Las fuerzas leales a Alassane Ouattara han negado su participación en estos crímenes y han asegurado que "solo" han localizado 152 cadáveres.

Duékoué, un punto estratégico en el cinturón del cacao del oeste del país, fue capturada el pasado 29 de marzo por las fuerzas de Ouattara. Según Amos, no es posible determinar la responsabilidad de los homicidios. La gente con la que ha hablado ha atribuido la matanza tanto a las milicias de Ouattara como a las tropas de Gbagbo en plena retirada, así como a las milicias locales e incluso a enfrentamientos entre nativos y no nativos.

Según Amos, más de 40.000 personas han huido de las aldeas que rodean a Duékoué y se han refugiado en una misión católica. Aparte, otras mil personas han encontrado alojo en una iglesia protestante. "Las condiciones son terribles", declaró. "He podido ver por mí misma el miedo el horror" de la población, que sufre la carencia de alimentos y de agua, añadió.

Asimismo, explicó que se han registrado saqueos en la ciudad y que algunos edificos han sido incendiados, pero sus 120.000 habitantes intentan llevar una vida normal, como si no hubiera combates.