Parece que la operación militar en Siria está llegando a su final lógico: el territorio liberado en el mapa muestra claramente que Daesh -grupo terrorista prohibido en Rusia- está derrotado, escribe el observador militar Víktor Sokirko para Zvezda.
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La Fuerza Aérea rusa en Siria, con el apoyo de las Fuerzas Especiales, logró destruir a los terroristas en poco tiempo y ayudar al Ejército sirio a liberar casi un 90% del territorio de su país.

En agosto y septiembre de 2015, a solicitud oficial del presidente sirio Bashar Asad, la Fuerza Aérea rusa alquiló de manera perpetua la base aérea Hmeymim. En aquel entonces el mapa político de Siria parecía una 'alfombra persa', donde los hilos de las fuerzas gubernamentales y la oposición moderada se entrelazaban con las fuerzas terroristas.

Deir Ezzor estaba rodeado; Alepo y Palmira estaban en las manos de yihadistas que estaban destruyendo los valores históricos. Un lugar clave, la provincia de Homs, también se encontraba bajo el control de los terroristas, recuerda el observador.

En aquel momento parecía que prácticamente no había posibilidad de liberación de Siria. La coalición internacional encabezada por Estados Unidos perseguía únicamente sus propios intereses y el objetivo principal era el desplazamiento del presidente sirio, Bashar Asad, del mismo modo que antes se había tratado de destituir al presidente de Irak, Sadam Husein, y al líder de Libia, Muamar Gadafi.

"Los estadounidenses, que ya han fracasado en algunos de sus intentos de intervención armada en otros países, como Vietnam, han inventado un nuevo esquema de influencia", comenta la situación el politólogo Vladislav Shuriguin.

El foco principal de su atención se encontró en Siria, un país clave en el Oriente Próximo. No solo se trata de los pozos de petróleo que se encuentran allá, sino también de una posición para controlar toda la región que se extiende desde el Mediterráneo hasta el Kurdistán y las regiones meridionales del Cáucaso que bordean a Rusia. Y la ayuda del Ejército ruso en Siria es, en primer lugar, la defensa de sus fronteras meridionales, aunque a distancia, destaca el politólogo.

El comentarista militar Boris Dzherelievski también ha expresado su admiración por las acciones de las tropas rusas en Siria, tanto las aéreas como las terrestres.

"Los ataques aéreos de precisión se han convertido en una práctica constante, se ve claramente la habilidad de los militares. Pero también las operaciones terrestres merecen todo respeto", subrayó.

Según él, el principal criterio son las pérdidas mínimas y la capacidad de repeler ataques, y las tropas rusas cumplen ambas tareas.