Se confirma que la inversión pública en Sanidad del año próximo bajará por primera vez del 6% del PIB. Deberá conformarse con un 5,8% de la riqueza nacional. También Educación sufrirá recortes y una partida que bate mínimo histórico a la baja: pasará del 4% de este año al 3,8%.
Cristobal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública
Cristobal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública
Con el Plan Presupuestario para 2018 que el Ministerio de Hacienda ha enviado a Bruselas el Gobierno ratifica las previsiones conocidas la pasada primavera con la actualización del programa de estabilidad 2017-2020. Sin embargo, las previsiones para Sanidad y Educación se cumplieron ligeramente a la alta en 2017 y no llegaron a descender de las líneas simbólicas del 6% y el 4% de gasto sobre el PIB.

España destinó a su sistema público de sanidad un 6,47% del PIB en 2011. Desde entonces el peso de la partida no ha hecho sino reducirse, y el plan de estabilidad de mayo proyectaba más disminución progresiva hasta el 5,57% en 2020.

La Educación, por su parte, contaba al inicio de esta década con el 4,4% de la riqueza nacional, frente al 3,8% previsto para el próximo año y a la previsión del 2020, que baja hasta el 3,67%.
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La caída progresiva y sin parangón histórico del gasto total de las Administraciones Públicas se entiende observando el total: si en 2011 este presupuesto global representaba el 45.8% del PIB, en 2018 se espera que se reduzca hasta el 40,6%. Dos años más tarde, en 2020, la inversión total de las Administraciones bajará por primera vez del 40% y sólo contará con 3,9 euros de cada diez de la riqueza nacional.
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Bajando por la cola de Europa

Según datos de Eurostat para 2015, hay 17 países en la UE que destinan a sanidad más porcentaje del PIB que España. La media europea se sitúa en torno al 7,2%, en un ránking que lideran Dinamarca y Noruega al reservar el 8,6% y 8,4% respectivamente para sus servicios públicos de salud. Mientras, España ha rondado el 6,1% del PIB para su sanidad desde 2013, y Montoro confirma ahora que bajará de esos 0,6 euros de cada diez en 2018.

España también ocupa una muy mejorable posición en la cola de países que menos presupuesto destinan a la educación: la media está en el 4,9% del PIB para datos de 2015, cuando nuestro país dedicó el 4,09% en esta partida.