El cerebro humano es una fortaleza impenetrable para los microorganismos patogénicos gracias a la barrera hematoencefálica, que sirve para asegurar el funcionamiento estable del sistema nervioso. Sin embargo, existen varios parásitos que son capaces de penetrarla e internarse en este importante órgano.
cerebro
Estos microorganismos pueden provocar enfermedades graves e incluso cambiar el comportamiento de una persona. El medio ruso Lenta.ru recopiló el top 3 de los parásitos que más peligrosos para nuestras vidas en un reciente artículo.

El asesino invisible

La Naegleria fowleri es un tipo de ameba que habita en las aguas dulces estancadas y templadas como, por ejemplo, los lagos y ríos. Estos organismos afectan especialmente a menores de edad y jóvenes adultos tras penetrar en su cerebro a través de la nariz.


Una vez el parásito está en el cerebro, este provoca una enfermedad conocida como la meningoencefalitis amebiana primaria. Es una dolencia poco frecuente, pero en el 95% de los casos acaba con una muerte agonizante.

El estado de salud de las personas contagiadas se agrava de manera rápida. Los enfermos sufren de alucinaciones, ataque epilépticos y convulsiones. Además, los infectados pierden la visión, el oído y el olfato. Según apunta el medio ruso, estas amebas "atacan a las células nerviosas devorando literalmente el cerebro".

La 'lombriz cerebral'

Otra infección parasitaria del cerebro, pero mucho más común, es la neurocisticercosis, que es provocada por la entrada al organismo del cisticerco del cerdo -también conocido como Taenia solium-.

Varios organismos sanitarios consideran que esta infección es la principal culpable de la epilepsia crónica en el mundo, concretamente en América Latina, África, la India y China.

La Taenia solium suele entrar al organismo humano a través de la carne de vaca cruda o semicruda.

El parásito zombi

El Toxoplasma es un parásito cuyos portadores principales son los gatos, principalmente los callejeros. Sin embargo, esta dolencia también afecta a los humanos, aunque en la mayoría de los casos no supone un peligro mortal.

El toxoplasma sí puede dañar la salud de los sujetos con deficiencias inmunitarias o perjudicar a los fetos humanos.

Al mismo tiempo, varios expertos consideran que el Toxoplasma gondii puede influir sobre el comportamiento de los humanos. Así, de acuerdo con el doctor checo Jaroslav Flegr, el primero en descubrir los efectos de este parasito en los seres humanos, las personas infectadas son más propensas a "ignorar las reglas" y a ser "suspicaces, celosos y dogmáticos".


Tras una década de investigación descubrió que este microorganismo tiene relación con una variedad de dolencias como el Déficit de Atención, el Trastorno Obsesivo Compulsivo, la esquizofrenia y las tendencias suicidas.