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El nivel de vida de descendientes de inmigrantes es un 14 por ciento inferior al de los galos de ambos padres franceses, divulgó un estudio que notó una diferencia mayor para los de origen africano. Según la publicación del Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE) la divergencia es solo del uno por ciento en el caso de los hijos de europeos.

Sin embargo, la disparidad es del 30 por ciento si los progenitores emigraron de un país de África o de un 25 por ciento si provienen de otros continentes, indicó el texto. El INSEE señaló que los contrastes podrían explicarse porque las olas de inmigración procedentes de otros países europeos son más antiguas.

De acuerdo al análisis, que solo abarcó a Francia metropolitana donde en 2008 uno de cada 10 habitantes era hijo de uno o de dos padres inmigrantes, este grupo poblacional tiene mayores riesgos de caer en la penuria.

En el 2008, el 21,1 por ciento de los descendientes directos de extranjeros vivían por debajo del umbral de la pobreza (establecido al 60 por ciento del nivel de vida medio), contra un 10,6 por ciento de los galos nacidos de padres franceses, y un 28,5 por ciento de los foráneos en general.

El desempleo también es mayor en los hijos de los llegados (11 por ciento) que en los nacionales (siete).