Traducción por el equipo de SOTT.net en español.

Probablemente el producto más vegano que usted pueda comprar en el supermercado sea una libra de carne de res alimentada con pasto.
A steak
Estaba pensando en esa idea herética mientras conducía a través de un campo aledaño, observando maizales vacíos en busca de señales de vida y pensando en la arrogancia de la humanidad. ¿Cuándo decidimos que podemos ser dueños de cada espacio terrestre y usar cada centímetro cuadrado para nuestras propias necesidades? Bueno, hace unos 10.000 años, cuando inventamos la agricultura.

Tristemente, en la práctica de la agricultura es imposible no causar sufrimiento interminable a muchas criaturas. Uno podría argumentar que el mayor sufrimiento es causado por la agricultura anual, el cultivo de vegetales, incluyendo granos, frijoles y arroz, esto sólo tarda un año para crecer de semilla a alimento. Desplazamos a innumerables animales silvestres de sus hogares y tierras con los cultivos anuales. No sólo eso, también matamos a miles de criaturas cuando trabajamos la tierra.

Por otro lado, una agricultura perenne, basada en árboles, arbustos y ganado, permite que la naturaleza se desarrolle.

Reflexioné sobre los maizales vacíos durante horas. Al final, representan un cementerio para toda la fauna, desde el gusano invertebrado hasta el ave plumífera. Todo el ecosistema silvestre es completamente interrumpido por nuestra labranza en todo pedazo de tierra cultivable.

Cerca de 400 millones de acres se utilizan solamente para el cultivo en Estados Unidos, lo cual compone cerca del 40% del territorio.

El uso de tierras cultivables proporciona abundante alimento para los seres humanos, pero elimina la alimentación diaria de miles de millones de animales silvestres como conejos, abejas, roedores, pavos, lombrices e infinitos insectos, y destruye su hábitat, la estructura familiar, las zonas de caza y los nectarios. Sin mencionar las terribles condiciones de esclavitud a las que están sometidos muchos trabajadores agrícolas en el campo. Los humanos también son animales.

Verá, no creo de ninguna manera que una dieta vegana realmente cause menos sufrimiento a largo plazo, que cualquier otra dieta. Toda agricultura anual proporciona un terreno fértil para el exterminio casual de cientos de especies de animales por año. Si incluyo a todos los animales perjudicados en el panorama más amplio de la agricultura, no sólo a los grandes mamíferos, tengo que concluir que de todas las actividades, la más asesina de todas es el cultivo de maíz.

Por eso, en realidad, una libra de carne de res de pastoreo representa menos sufrimiento per cápita que una libra de maíz.

Estamos mirando al problema de la moralidad alimenticia desde la perspectiva equivocada.
Angus cows
Pensamos: "Necesito un marco moral sobre el que colgarme y orgullosamente proclamar que soy esto o aquello para sentir que no soy una mala persona". En lugar de agruparnos en torno a esa perspectiva errónea, me gustaría animarnos a todos a aceptar el hecho de que la vida se alimenta de la vida. Necesitamos comenzar el proceso de sanación en la tierra, cultivando el espíritu de regeneración mediante el respeto hacia la energía vital que reside en todo lo que comemos.

Debemos respetar la energía vital de todo lo que consumimos, desde el árbol que utilizamos para la leña hasta el petróleo que usamos para alimentar nuestro coche, así como la energía acumulada de la antigua luz solar captada por las plantas perennes.

Explotamos la energía de la vida continuamente, día tras día, de varias y diversas maneras, incluyendo cuando conducimos nuestro coche en carreteras asfaltadas y cuando encendemos el móvil/celular de plástico para navegar por Internet, todo es alimentado por la sangre negra y oscura de los árboles muertos.

El veganismo es una idea loable, pero para algunos proporciona un marco de superioridad moral. El cultivo del complejo de salvador es el resultado natural de seguir cualquier causa ideológica, y la vida es entonces vista a través de un marco que excluye cualquier cosa que no se ajuste a esa ideología. Y la realidad es que todos consumimos energía vital, incesantemente, para vivir la vida.

Los alimentos menos dañinos provienen de las plantas perennes, y de los animales que se alimentan de ellas. La sinergia entre las vacas y la hierba como sistema ideal, difícilmente puede ser superada.

Si la meta principal del veganismo es reducir el sufrimiento, entonces muchos de nosotros somos veganos, y la dieta más vegana que se me ocurre es una dieta compuesta principalmente de carne y productos lácteos de vacas de pastoreo, así como huevos de pollos criados al aire libre y productos de plantas perennes. Una dieta basada en pasto, que nunca se labra ni se altera, permite que la naturaleza crezca y florezca sin nuestras cuchillas agrícolas, máquinas y productos químicos anuales.

Necesitamos examinar nuestra relación con la tierra y la energía vital que contiene. A principios del siglo XX, los agricultores sabían que para mantener la tierra en buen estado, es decir saludable y productiva, necesitaban dejar sus campos en barbecho. En nuestra sociedad prevalece la idea de que un pedazo de tierra no vale nada si es silvestre, y la idea de permitir que la tierra quede en barbecho es anatema.

En nuestra sociedad moderna sentimos que las cosas deben ser en todo momento lo más productivas posible.

Pero la parte curiosa del término barbecho es que no significa que la tierra esté inactiva, sin hacer nada. No, lo que significa es que el agricultor no está coaccionando la tierra a la productividad con una cuchilla agrícola, un motor o un producto químico. Cuando se permite que la tierra entre en un periodo de reposo, la tierra misma estalla con vida silvestre y energía, más allá de lo que sería posible con una agricultura anual. Se llevan a cabo las historias de vida de un millón de criaturas que contribuyen a la regeneración de un pedazo de tierra en barbecho, un acre silvestre, una pequeña parte del planeta Tierra.

Nuestro marco actual del problema de la producción de alimentos es el siguiente: Los agricultores necesitan utilizar la agricultura anual en la mayor medida posible con el fin de alimentar a la población. El modo de trabajo de la mayoría de los agricultores consiste en el "auge o caída". No piensan estar 10 años diseñando de forma consciente una agricultura perenne basada en animales, porque necesitan el dinero ahora mismo.

Por lo tanto, lo realmente anti-vegano, lo que realmente daña a los animales, es esta idea de que necesitamos producir cultivos anuales en cada centímetro cuadrado de tierra, creando un cementerio de vida silvestre en el 40% del territorio de Estados Unidos con el fin de alimentar nuestra hambre interminable.

Si vamos al meollo del asunto, no creo que la mayoría de la gente en el planeta realmente entienda lo que se necesita para cultivar nuestra propia comida. Y esta desconexión se produce en los centros urbanos de todo el mundo, donde la gente toma miles de decisiones intentando hacer lo mejor que puede con la panoplia de productos agrícolas anuales disponibles, pero piensan poco en la variedad de alimentos integrales de base perenne distribuidos por los estantes exteriores del supermercado.

La comida barata está matando nuestra conexión con el paisaje.

Más población significa más extracción de recursos de la tierra, sin importar si somos o no veganos. Los países productores de aguacate están sintiendo la presión de la alta demanda de guacamole en Estados Unidos. Acres de selva tropical están siendo arrasados para plantar más árboles de aguacate. La demanda es tan alta que México, país que produce cerca de la mitad de la oferta mundial, está pensando en importar aguacates, mientras que un mexicano promedio ni siquiera puede permitirse comprarlos.

En México los agricultores están talando bosques de pino para cultivar este rentable cultivo y podrían amenazar el hábitat de las mariposas Monarca.

Habiendo dicho todo esto, un pastel de chocolate vegano de aguacate no es tan inofensivo como usted podría pensar.

Si realmente realizamos una verdadera auditoría de la muerte y la destrucción que nuestros estilos de vida provocan en el mundo natural, nos sorprenderíamos. Todos dejamos un rastro de devastación a medida que avanzamos cada día, porque la vida consume vida para prosperar, y por lo que sé, este es el modo natural de las cosas. Su sudadera con capucha de lana plástica ¿es inocente? ¿Y su almuerzo de tubérculos, después de todo, es tan amable con la tierra?

Todos los tubérculos comestibles tienen que plantarse en tierra labrada, ¿cuántas muertes ocurrieron cuando se labró la tierra? ¿Y cuando fue desmalezada? ¿Y cuando se la cultivó? Por último, hay que desenterrar todos los tubérculos y preparar la tierra para la cosecha del próximo año.

Cuando usted lava su suéter en la lavadora, las microesferas de plástico fluyen hacia la corriente de desechos y, en última instancia, hacia los ríos y el mar, causando graves problemas de salud para la vida marina.

Lo importante en este momento es concentrarse en obtener, de manera más amplia y general, una mayor perspectiva del problema que tenemos como sociedad: no respetamos la fuerza vital.

El hombre moderno simplemente no respeta la vida que reside en todas las cosas, y está consumiendo de manera consciente y con mucha deliberación toda la energía aprovechable hasta que la naturaleza, el planeta, esté completamente desequilibrado.

El planeta se recuperará de una forma u otra. Pero el proceso de recuperación de la Tierra podría no incluirnos si no elegimos vivir conscientemente.

Y desde luego, no creo que eso signifique volverse vegano.

Por un lado, esto significa cultivar una relación real con la comida. La comida local siempre triunfará en cualquier juego de moralidad dietética. Cuando comemos alimentos locales, creamos una relación con la comida que nos llevamos a la boca todos los días. Esta es una relación como cualquier otra, necesita trabajo y cuidado.

Como Michael Pollan aboga, evite todos los alimentos absurdos que están en medio del supermercado, todas las tonterías empaquetadas que están un 90% hechas a base de maíz. Esos son los productos menos veganos que puede comprar. Contienen el sufrimiento más exteriorizado de cualquier grupo de alimento que usted pueda imaginar aparte del azúcar, que es el otro ingrediente principal en la mayoría de la basura que llaman comida empaquetada.

En lugar de basura envasada, almacene carnes, verduras, productos lácteos, huevos y todos los demás alimentos integrales. Empiece por ahí. Luego busque a sus agricultores locales y compre los alimentos integrales directamente. Cultive relaciones reales, de una manera u otra.

Esa es la única manera de comenzar el verdadero proceso de recuperación.

Podemos reducir el sufrimiento en el planeta al entrar conscientemente en una relación con la tierra, la gente que vive en ella y las plantas y animales que consumimos.