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El régimen libio acusó el domingo a la OTAN de haber intentado asesinar a Muamar Gadafi con un ataque aéreo que, según Trípoli, mató a uno de sus hijos y a tres de sus nietos, desatando ataques de partidarios del líder libio contra embajadas extranjeras que llevaron a la ONU a sacar del país a su personal.

En la noche del sábado al domingo, el portavoz del gobierno libio, Ibrahim Musa, anunció que la casa de Saif al Arab, de 29 años y uno de los seis hijos del líder libio, fue "atacada con potentes medios", muriendo el vástago de Gadafi y tres de sus nietos. La OTAN reconoció haber atacado "un puesto de mando y de control" en la zona, pero no confirmó la muerte del hijo de Gadafi, Saif al Arab.

Sin embargo, el domingo por la tarde, el obispo de Trípoli, Giovanni Martinelli, confirmó la muerte de Saif Al Arab, en una entrevista por teléfono a la televisión italiana Sky TG24. Musa denunció "una operación cuyo objetivo era asesinar directamente al dirigente del país", añadiendo que "el Guía y su esposa estaban en la casa", pero no resultaron heridos.

Desde el inicio de la intervención militar internacional el pasado 19 de marzo, números responsables políticos de los países implicados en la operación reiteraron que el objetivo del mandato de la ONU es la protección de civiles y no la muerte de Gadafi.

Algunos de estos responsables, no obstante, se mostraron en ocasiones algo ambiguos. El 20 de marzo, el ministro de Defensa británico, Liam Fox, estimó que había "una posibilidad" de que el coronel Gadafi fuese directamente un objetivo de los ataques.

Saif al Arab no ocupaba ningún cargo oficial, al menos conocido. Muamar Gadafi ya perdió a una hija adoptiva en 1986 durante un bombardeo estadounidense en Trípoli.

La televisión libia anunció el domingo por la noche que el funeral por el hijo y los tres nietos de Gadafi (Saif, de 2 años e hijo de Mohamed Gadafi, Carthage, de 2 años e hija de Hanibal Gadafi y Mastura, de 4 meses e hija de Aisha Gadafi) se celebrará el lunes en la capital libia.

Por la tarde, la televisión libia mostró unas imágenes de prelados de diferentes confesiones religiosas (católica, ortodoxa, copta y musulmana) rezando ante cuatro cuerpos recubiertos con sábanas. Unas horas después del bombardeo, las embajadas de Italia y Gran Bretaña en Trípoli fueron atacadas. Según el ministerio italiano de Relaciones Exteriores, se cometieron "actos de vandalismo" en esas delegaciones diplomáticas.

Italia, ex potencia colonial en Libia y hasta hace poco socio prioritario del régimen libio, fue amenazada el sábado por Gadafi de "trasladar la batalla" a su territorio. La Liga norte, aliado clave del gobierno de Silvio Berlusconi, exigió este domingo a los diputados de la mayoría de centro derecha que voten una moción parlamentaria que ponga fecha límite a los ataques de la OTAN en los que participa Italia.

Por su parte, Gran Bretaña decidió expulsar este domingo al embajador de Libia "a raíz de ataques contra las misiones diplomáticas en Trípoli". Según el corresponsal de la AFP, grupos de manifestantes incendiaron la embajada italiana y las residencias de los embajadores de Italia y Gran Bretaña. "Dada la inseguridad" en la capital, Naciones Unidas decidió retirar a todo su personal de Trípoli, según un portavoz de la ONU.

El puerto de Misrata, ciudad rebelde libia rodeada por las fuerzas del coronel Muamar Gadafi, ardía a última hora del domingo tras intensos bombardeos que causaron la muerte de al menos dos rebeldes por el impacto de un obús, informaron testigos. El puerto es esencial para el abastecimiento de Misrata, pero sus accesos terrestres están cortados por el asedio que mantienen desde hace dos meses las tropas gubernamentales.

Poco antes de las 18H00 (16H00 GMT), cayeron sobre él decenas de cohetes que destruyeron en particular la entrada principal protegida por combatientes rebeldes. El ataque de las fuerzas de Gadafi proseguía hacia las 21H00 (19H00 GMT), según periodistas de la AFP.

También se escucharon detonaciones procedentes de la zona del aeropuerto, principal escenario de los combates en los últimos días.

Barcos humanitarios, especialmente uno de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), esperaban el visto bueno de la OTAN para poder atracar. Según un portavoz de la OIM, el barco transporta 180 toneladas de ayuda humanitaria para ser descargadas en el puerto e, inmediatamente, embarcar a un millar de refugiados y heridos.

En la frontera con Túnez (oeste), el ejército tunecino desplegado en el sector de Dehiba evacuaron tres posiciones tras la explosión en territorio tunecino de varios obuses lanzados desde Libia, según periodistas de la AFP.

Los dos primeros impactaron a media tarde en una zona desértica a 1.500 metros del puesto de Dehiba, que marca la frontera entre los dos países. El puesto fronterizo fue evacuado al mediodía debido a la proximidad de los combates entre fuerzas rebeldes y soldados del régimen.

Los otros dos obuses explotaron a última hora de la tarde cerca de Dehiba, ciudad situada a 4 kilómetros de la frontera: el primero en un lugar de descarga de chatarra, a escasos 100 metros de una vivienda, y el otro en un descampado. En total, varias decenas de obuses y cohetes de tipo Grad fueron lanzados en esta zona durante el domingo, pudo constatar un periodista de la AFP.