Cuando el ciclón tropical Mekunu penetró sobre Omán en mayo, arrojó lluvias torrenciales sobre la ciudad de Salalah. Ahora, una nueva imagen por satélite revela el grado de precipitación en el desierto cercano de Rub 'al-Khali, el desierto de arena más grande del mundo y (normalmente) uno de los lugares más secos de la Tierra.
Desierto de Rub’ al-Khali el 29 de mayo
© Lauren Dauphin NASA Earth ObservatoryDesierto de Rub’ al-Khali el 29 de mayo
La imagen, tomada por el Operational Land Imager de la NASA tres días después de la tormenta, trajo fuertes lluvias a la región. Salalah vio 30 centímetros de precipitación en tan solo 24 horas, más del doble de su promedio anual, sobre las grandes franjas de arena típicas del árido desierto con ondas esculpidas por el viento. Sin embargo, hay una característica novedosa: los lagos de agua en las llanuras planas entre las dunas de arena.

Este fenómeno de lagos de agua no se ha visto en el desierto en casi dos décadas, según el Observatorio de la Tierra de la NASA. El desierto, también conocido como el Cuarto Vacío, recibe alrededor de 3 centímetros de lluvia por año en promedio.

Rub' al-Khali el 13 de mayo
© Lauren Dauphin NASA Earth ObservatoryRub' al-Khali el 13 de mayo
Además de ser todo un espectáculo, estos abundantes depósitos de agua de lluvia podrían ser beneficiosos para los negocios locales. "La tierra necesitará 30 días para que broten sus plantas de verano", le dijo a Al Arabiya.net Ali Al-Hatish, un visitante habitual del desierto. Después de eso, los propietarios de camellos esperan que esta vegetación alimente a sus animales durante los próximos dos años. El documento también informa que la rara vista de lagos intercalados con dunas podría propiciar la llegada de turistas a la zona.

El Ciclón Mekunu se formó en el Mar Arábigo a finales de mayo. Las aguas extremadamente cálidas (31-32 grados Celsius) alimentaron la tormenta hasta que sus vientos igualaron a los de un huracán de categoría 3 antes de tocar tierra en la Península Arábiga, según The Weather Channel.

Esto hizo que la llegada de Mekunu fuera histórica; la Península Arábiga ve un ciclón tropical cada año o cada dos años, pero un ciclón tropical que toca tierra con vientos huracanados es una rareza en Omán y Yemen.

Como informaron innumerables medios de comunicación, Omán y Yemen soportaron la peor parte del ciclón tropical con vientos destructivos, fuertes lluvias e inundaciones que causaron estragos en las ciudades. Estas nuevas imágenes satelitales son un recordatorio de que las poderosas tormentas también tienen el potencial de remodelar de forma dramática los paisajes naturales.