La cardiopatía es la principal causa de muerte en hombres y mujeres en los Estados Unidos.1 Cada año, 525 000 personas en dicho país sufren su primer ataque cardíaco; otras 210 000 personas que ya han sufrido un evento de este tipo vuelven a sufrir otro.

Sin lugar a dudas, su tipo de alimentación desempeña un papel fundamental en la cardiopatía.

El estrés y la actividad física también son factores importantes que contribuyen a la cardiopatía, asimismo, la investigación demuestra sistemáticamente que hacer ejercicio es una excelente manera de reducir su riesgo. El ejercicio también cumple una doble función al ser una forma efectiva de aliviar el estrés.

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La actividad física reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca

La investigación2 publicada en 2015 concluyó que existe una relación dosis-respuesta inversa entre la actividad física y su riesgo de insuficiencia cardíaca, y que incluso puede reducir su riesgo de dicha insuficiencia con pequeños aumentos en la actividad física. De hecho, esto puede funcionar aun y cuando comience a realizarla a una edad avanzada.

En general, las personas que realizaron por lo menos 150 minutos de ejercicio moderado o bien, 75 minutos de ejercicio vigoroso cada semana, tenían un 33 % menos probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca en comparación con aquellas personas que eran inactivas.

En el caso de los participantes que eran menos activos, realizar por lo menos 149 minutos de actividad moderada o 74 minutos de actividad vigorosa a la semana les siguió proporcionando ciertos beneficios con un riesgo 20 % menor de insuficiencia cardíaca.

Además, las personas previamente inactivas que comenzaron a hacer ejercicio durante el estudio de 6 años y alcanzaron los niveles de actividad física recomendados, pudieron reducir su riesgo de insuficiencia cardíaca en un 22 %.

Aquellos que pasaron de ser inactivos a caminar 30 minutos, 4 veces por semana, redujeron su riesgo en un 12 %.

Muchos otros estudios han confirmado que incluso una pequeña cantidad de ejercicio es mejor que no hacer ejercicio en lo absoluto. Asimismo, los investigadores también han concluido que el ejercicio es el mejor "medicamento" preventivo para las cardiopatías.3

De hecho, una revisión científica realizada en 20134 donde se comparó la efectividad de las intervenciones de ejercicio frente a los medicamentos en los resultados de la mortalidad, encontró "diferencias que estadísticamente no eran detectables" entre la actividad física y los medicamentos para la cardiopatía.

Esto nos recuerda categóricamente el poder que tienen los cambios sencillos en el estilo de vida, así como de las deficiencias en el paradigma de los medicamentos.

Realizar ejercicio tras haber sufrido un ataque cardíaco reduce el riesgo de mortalidad

Muchas personas que han sufrido un ataque cardíaco suelen preocuparse por hacer ejercicio después del evento, pues piensan que su corazón no podrá resistir la tensión. En el pasado, se pensaba que el ejercicio era un desencadenante de ataques al corazón y los médicos generalmente prescribían reposo.

En lo particular, recuerdo esto muy claramente; incluso en los años 60, el estándar de atención posterior al ataque cardíaco era reposo en cama por 6 semanas.

Esta teoría ha sido desacreditada. Recientemente, la investigación5,6 presentada ante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en 2018 descubrió que aumentar la actividad tras haber sufrido un ataque cardíaco reduce a la mitad el riesgo de morir en los próximos 4 años.

El autor principal, el Dr. Örjan Ekblom, profesor adjunto de la Swedish School of Sport and Health Sciences (Escuela de Ciencias del Deporte y la Salud de Suecia) en Estocolmo, señaló:
"Sabemos que las personas físicamente activas son menos propensas a sufrir un ataque cardíaco y tienen más probabilidades de vivir por más tiempo. Sin embargo, no sabíamos el impacto del ejercicio en las personas tras haber sufrido dicho evento".
Para investigar el efecto del ejercicio en la supervivencia, se analizaron los datos de actividad física y registros médicos de más de 22 200 pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco. Según lo informado por Science Daily:7
"Un total de 1 087 pacientes murieron durante un seguimiento promedio que duró 4.2 años. Después de ajustar factores como edad, sexo, tabaquismo y cuestiones clínicas, los investigadores analizaron la relación entre las 4 categorías de actividad física y muerte.

En comparación con los pacientes que por lo general eran inactivos, el riesgo de muerte fue del 37, 51 y 59 % menor en pacientes en las categorías de actividad baja, mayor o constante, respectivamente".
Según Ekblom, "nuestro estudio demuestra que los pacientes pueden reducir su riesgo de muerte al volverse físicamente activos después de haber sufrido un ataque cardíaco".

El experto cree que el ejercicio debería ser un tratamiento estándar después de que algún paciente haya tenido un infarto, y señaló que "a los pacientes que han sufrido uno se les debería recomendar automáticamente ejercitarse 2 veces o más a la semana de la misma manera que se les aconseja dejar de fumar, mejorar su tipo de alimentación y reducir su nivel de estrés."

Asimismo, Ekblom señala que este consejo aplica para todos los pacientes que hayan sufrido un ataque cardíaco, sin excepciones, incluso aquellos que sufren infartos menores y mayores, al igual que aquellos que todavía fuman.


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En cuanto a la rapidez con la que puede elegir un programa de ejercicio, en este estudio se registraron los niveles de actividad a las 6 y 10 semanas, y nuevamente a los 12 meses tras el ataque cardíaco, asimismo, se les preguntó a los pacientes cuántas veces habían hecho al menos 30 minutos la semana pasada.

A juzgar por las respuestas y los resultados, comenzar un programa de ejercicio a las 4 o 5 semanas después de haber sufrido un infarto puede ser beneficioso.

Su colesterol no tiene relación alguna con su riesgo de ataque cardíaco

Aunque la medicina convencional todavía se centra en el colesterol y la acumulación de placa arterial, la evidencia sugiere que esta teoría sobre el ataque cardíaco es claramente errónea. Varios estudios han demostrado que, en realidad, los niveles más altos de colesterol están relacionados con una mayor esperanza de vida y que no existe relación alguna entre el colesterol alto y la muerte.

Como señaló el Dr. Thomas Cowan, miembro fundador de la junta de la Fundación Weston A. Price y autor de "Human Heart, Cosmic Heart" (Corazón humano, corazón cósmico), la enfermedad sistémica difusa que causa la obstrucción de las arterias NO es el colesterol alto.

De manera similar, de acuerdo con lo escrito por el Dr. Giorgio Baroldi en su libro publicado en 2004, "The Etiopathogenesis of Coronary Heart Disease" (La etiopatogenia de la enfermedad coronaria),8 el mayor estudio realizado sobre la incidencia de ataque cardíaco reveló que solo el 41 % de las personas que padecieron un ataque cardíaco tienen una arteria obstruida, y de ellos, el 50 % de las obstrucciones ocurren después del evento, no antes.

Esto significa que al menos el 80 % de los infartos no están relacionados con arterias bloqueadas en lo absoluto. Entonces, ¿qué los está causando?

3 factores subyacentes que causan los ataques cardíacos

De acuerdo con Cowan, los 3 factores y manifestaciones más importantes son:
1. Desequilibrio del sistema nervioso autónomo, sobre todo la supresión crónica de la actividad del sistema nervioso parasimpático (las funciones de "reposo y digestión" de su cuerpo), causado por factores como estrés, falta de sueño, hipertensión arterial, diabetes, un tipo de alimentación con alto contenido de azúcar y tabaquismo, los cuales también tienen un efecto perjudicial en su función mitocondrial.
2. Falta de microcirculación en su corazón. Contrario a la creencia popular, el flujo sanguíneo a su corazón no se limita solo a sus arterias coronarias.

En realidad, tiene un sinfín de pequeños vasos sanguíneos, capilares, que le proporcionan sangre a su corazón, y si una o más arterias principales se bloquean, su cuerpo producirá automáticamente nuevos vasos sanguíneos con el fin de compensar el flujo reducido. Dicho de otra forma, su cuerpo realiza su propio bypass.

De acuerdo con Cowan, su cuerpo es "perfectamente capaz de llevar la sangre a cualquier área del corazón que así lo necesite, y mientras su red capilar permanezca intacta, estará protegido contra un infarto".

Los mismos factores que causan un sistema simpático bajo también conducen a la pérdida de la microcirculación, algunos de estos son fumar, llevar un tipo de alimentación alta en azúcar y baja en grasas, tener prediabetes, diabetes, inflamación crónica y ser inactivo.

De hecho, el movimiento físico es una de las maneras más efectivas de estimular y mejorar la microcirculación de su corazón, lo que ayuda a explicar por qué es tan efectivo para reducir su riesgo de infarto y mortalidad tras haber sufrido uno.
3. Acumulación de ácido láctico debido a una función mitocondrial alterada. La función mitocondrial deficiente provoca una acumulación de ácido láctico que desencadena calambres y dolor. Cuando el dolor y los calambres ocurren en su corazón, se le denomina angina.

La acumulación de ácido láctico también restringe el flujo sanguíneo y hace que el tejido sea más tóxico. Cuando ocurre un calambre en su pierna, deja de moverla y esto permite que se drene parte del ácido láctico.

Sin embargo, su corazón no puede detenerse, por lo que la fermentación glucolítica continúa y el ácido láctico se acumula, lo que eventualmente obstaculiza que el calcio ingrese al miocardio. Esto, a su vez, evita que el corazón se contraiga, que es lo que muestra un ecocardiograma de estrés o un escáner nuclear con talio.

Dicho de otra forma, su miocardio no puede contraerse debido a la acumulación de ácido que impide que el calcio ingrese a las células. Conforme la acidosis continúa, el tejido se vuelve necrótico, causando así un ataque cardíaco.
El inusual riesgo de ataque cardíaco que las mujeres deben tener en cuenta

De igual forma, existe un raro factor que desencadenan un infarto, que principalmente afecta a las mujeres jóvenes y con un buen estado de salud, conocido como disección espontánea de la arteria coronaria (SCAD, por sus siglas en inglés),9 es peligrosamente fácil que este desencadenante pase desapercibido, ya que solo algunos pacientes con SCAD tienen antecedentes o factores de riesgo de cardiopatía.

La SCAD es una causa principal de ataques cardíacos en mujeres menores de 55 años y con un buen estado de salud; la edad promedio de los pacientes con SCAD es de 42 años.

En esencia, la SCAD se presenta cuando las capas de la pared de los vasos sanguíneos se separan una de la otra, lo que atrapa la sangre entre ellas. Conforme la sangre se va acumulando entre las capas, el vaso sanguíneo se obstruye, lo que mata el tejido muscular cardíaco después de la obstrucción y desencadena un ataque al corazón.

Aunque se desconoce la causa de la SCAD, los expertos médicos especulan que puede estar relacionado con las variaciones hormonales.

Algunos de los factores de riesgo comunes para la SCAD son:
  • Ser mujer (80% de los pacientes con SCAD son mujeres)
  • Dado a luz recientemente (el 20 % de los pacientes con SCAD, recientemente dio a luz)
  • Sufrir alguna afección subyacente de los vasos sanguíneos, como la displasia fibromuscular (una afección que causa un crecimiento celular anormal en las arterias)
  • Hacer mucho ejercicio físico
  • Estar bajo mucho estrés emocional
Algunos de los signos y síntomas más comunes de la SCAD son:
  • Sensación de mareo
  • Sudoración
  • Dolor irradiado en el cuello, la espalda o la mandíbula
  • Falta de aliento
  • Dolor, opresión, presión o incomodidad en el pecho (algunas mujeres informan que repentinamente sienten que su sostén está demasiado apretado, aunque saben que no es así)
  • Dolor estomacal
  • Fatiga
  • Dolor que se irradia hacia abajo por uno o ambos brazos
Si experimenta estos síntomas, solicite de inmediato asistencia médica de emergencia (en los Estados Unidos llame al 911). Cabe señalar que muchas personas que desarrollan SCAD tienen un buen estado de salud y la mayoría no tienen factores de riesgo de cardiopatía. Por este motivo, es importante buscar atención médica si experimenta síntomas de SCAD con el fin de evitar un infarto fulminante.

Estrategias de prevención

Entonces, ¿qué puede hacer para prevenir y tratar estas causas subyacentes? He aquí algunas sugerencias que apuntarán a su función mitocondrial, mejorarán la microcirculación y ayudarán a reequilibrar su tono parasimpático:
Implemente una dieta basada en alimentos enteros, baja en carbohidratos netos y alta en grasas saludables con el fin de optimizar su función mitocondrial. Agregue jugo de betabel (o polvo de betabel fermentado) con el fin de ayudar a normalizar su presión arterial. La arúgula fresca o el polvo de arúgula fermentada es otra alternativa.


  • Manténgase activo
Todos los días muévase mucho sin que se trate de ejercicio como tal; camine más e incorpore ejercicio de mayor intensidad conforme se lo vaya permitiendo su salud.


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Una vez que haya progresado hasta el punto de ayunar durante 20 horas al día durante un mes, considere hacer un ayuno de 4 a 5 días varias veces al año.


  • Contrapulsación externa mejorada (EECP, por sus siglas en inglés)
Si ya padece una cardiopatía, investigue sobre la EECP, una opción de tratamiento sumamente efectiva y no invasiva que mejora la microcirculación de su corazón. Es una terapia aprobada por el seguro de Medicare, y los estudios demuestran que por sí sola puede aliviar aproximadamente el 80 % de la angina de pecho. Es una de mis terapias favoritas para ayudar a revertir el daño existente.

La EECP funciona inflando una banda de compresión en los muslos y pantorrillas que están sincronizados con su EKG. Cuando su corazón está en diástole (relajado), los globos se inflan, lo que obliga que la sangre vaya hacia su corazón y provoca el crecimiento de nuevos capilares. Es una alternativa poderosa y segura para la cirugía de derivación coronaria para la mayoría de las personas.

En lugar de realizar un bypass en una o dos arterias grandes, se crean miles de nuevos lechos capilares que suministran incluso más sangre que los vasos utilizados en un bypass.

Las sesiones duran aproximadamente una hora, y la mayoría de los pacientes necesitarán aproximadamente 35 sesiones para obtener algún beneficio. Además de la angina de pecho, también es efectiva para la insuficiencia cardíaca y la disfunción diastólica.

Muchos atletas de élite también lo utilizan como una ayuda para mantener la aptitud cardíaca cuando están lesionados y no pueden hacer ejercicio activamente, ya que la EECP básicamente funciona como una forma pasiva de ejercicio. Para encontrar un proveedor, visite EECP.com.10
  • G-estrofantina u ouabaína
También puede considerar tomar g-estrofantina, una hormona suprarrenal que ayuda a crear más neurotransmisores en el sistema nervioso parasimpático, lo que apoya a dicho sistema nervioso. Asimismo, puede ayudar a eliminar el ácido láctico. El nombre de la planta es Strophanthus y su ingrediente activo se le llama g-estrofantinaen Europa y ouabaína en los Estados Unidos.
  • Optimice su nivel de vitamina D
Expóngase al Sol de manera prudente con el fin de optimizar su estado de vitamina D y/o tome un suplemento oral de vitamina D3 con vitamina K2.
  • Optimice su nivel de magnesio
La falta de magnesio obstaculizará su función metabólica celular y deteriorará la función mitocondrial, lo que a su vez puede provocar problemas de salud más serios, como problemas cardíacos. El magnesio también ayuda a relajar los vasos sanguíneos y normalizar la presión arterial, que es un desencadenante subyacente de los infartos.

La hipertensión arterial,11 la enfermedad cardiovascular, las arritmias y la muerte cardiaca súbita12 están relacionadas con la deficiencia de magnesio.

Su mejor opción es hacerse una prueba de magnesio RBC, que mide la cantidad de dicho componente en sus glóbulos rojos. También puede evaluar y rastrear los signos y síntomas de la deficiencia de magnesio, y asegurarse de comer alimentos con un alto contenido y/o tomar un suplemento equilibrado con vitaminas D3, K2 y calcio.

Como alternativa, monitoree sus niveles de potasio y calcio, ya que los bajos niveles de ambos son signos clínicos comunes de la deficiencia de magnesio.13


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  • Practique la gratitud
Implemente prácticas de bienestar que salgan de su corazón, como conectarse con sus seres queridos y practicar la gratitud.
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Fuentes y referencias