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Uno de los derrames más vastos de petróleo en la historia de Canadá se ha registrado en la provincia de Alberta. Se estima que el vertido puede alcanzar los 28.000 barriles de crudo.

Según un portavoz del Departamento de Protección de la Naturaleza del Consejo Ejecutivo provincial, Davis Sheremata, el vertido se ha estado produciendo a lo largo de varias semanas.

Las autoridades y la compañía explotadora enviaron a unos expertos al lugar para determinar el grado de peligro, pero aquellos infravaloraron el problema. De manera que los empleados del Departamento no se percataron de la extensión de la fuga hasta el martes, aseguró Sheremata.

Casualmente, la revaluación del derrame de crudo en Alberta sucedió horas después de que se diera a conocer el triunfo en las elecciones generales del conservador Stephen Harper, primer ministro canadiense desde 2006, cuya biografía política está muy vinculada a dicha provincia.

Rica en recursos minerales y en ganadería, Alberta cobija tres reservas naturales, y todavía no se ha evaluado si este vertido representa un peligro para el ecosistema de la región.

Según Sheremata, se trata del derrame más cuantioso de crudo en los últimos 18 años, aunque no se recuerda un vertido semejante desde hace 35. En 1993 una fuga de crudo en otro tramo del oleoducto principal alcanzó los 18.000 barriles, pero la contaminación más grave sucedió en la misma provincia en 1975, cuando unos 40.000 barriles de crudo emanaron tras la rotura de una tubería.

La actividad del oleoducto en el tramo afectado está suspendida hasta que se determinen las causas de lo sucedido. Cerca de 100 especialistas han comenzado los trabajos de limpieza en la zona. Las labores para recoger el crudo de la superficie de los lagos y de otras albercas afectadas ocuparán varias semanas. La capa de suelo contaminada será retirada y reciclada.