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Recién está promediando el quinto mes del año y las previsiones de pérdidas por catástrofes que manejaban las aseguradoras para 2011 quedaron completamente desbordadas . Aunque los expertos aún discuten los costos ocasionados por el terremoto del sur de España del miércoles pasado, los desastres que se sucedieron en lo que va del año pusieron al sector en estado de alerta .

Por lo pronto, habrá una consecuencia directa : una subida generalizada de las pólizas para todo tipo de coberturas, desde las de los lugares afectados hasta las de autos en la Argentina. Esto es así por la naturaleza misma del negocio, que implica una distribución del riesgo en todo el sistema, explicó José Ribeiro, un ejecutivo portugués que maneja en Londres el área de mercados internacionales de Lloyd's, la mayor plaza de seguros y reaseguros del mundo.

Las pérdidas causadas este año por desastres naturales fueron provocadas por el terremoto en Nueva Zelanda, las inundaciones en Australia, las tormentas de nieve en Europa y, más recientemente, los terremotos de Japón y del sur de España . "Y eso que todavía ni llegamos a la época de huracanes", dicen en Lloyd's.

¿Podrán poner las catástrofes en jaque al negocio global de los seguros ? Los responsables de Lloyd's aseguran que no, y que hoy el mercado cuenta con suficiente liquidez como para afrontar un nuevo desastre este año que implique pérdidas por hasta 100.000 millones de dólares. Esto es así, en buena medida, porque los costos del terremoto de Japón, por lejos el episodio más costoso del año, fueron asumidos por el mercado asegurador japonés , que está poco internacionalizado.

El peor período histórico para el mercado global de reaseguros y seguros fue el de fines de los ochentas y principios de los noventas, cuando los tribunales estadounidenses comenzaron a producir fallos multimillonarios en favor de víctimas de enfermedades. Tras el terremoto de Chile, por ejemplo, se pagaron US$ 8.000 millones , aunque las pérdidas económicas fueron mucho mayores.

Pero, dada la magnitud de las cifras en juego, a las aseguradoras les salió un competidor : el prometedor negocio de los "bonos catástrofes" ("CAT Bonds"), que traslada la cobertura de riesgo al mercado de capitales."Es una estructura muy beneficiosa para los que compran y venden riesgo, porque las catástrofes no están atadas a los vaivenes del mercado", explica a Clarín el economista Manuel Calderón, profesor de la Ucema y experto en el tema.Calderón diseñó recientemente un esquema de CAT Bonds para la eventualidad de megainundaciones en la Ciudad de Buenos Aires.