A escasos cuatro días de las elecciones autonómicas y municipales, las protestas sociales iniciadas en casi toda la geografía española irrumpieron en una campaña electoral huérfana de propuestas contra el creciente descontento ciudadano.

Decenas de miles de personas, en su mayoría jóvenes, se concentraron la víspera en la emblemática Puerta del Sol de Madrid para protestar contra un sistema político y social que, denunciaron, es corrupto y no los representa.

Bajo la atenta mirada de policías antidisturbios, los manifestantes ocuparon de manera pacífica la plaza capitalina como hicieron el domingo último en otra multitudinaria protesta, organizada por Democracia Real Ya, movimiento nacido en las redes sociales de Internet.

Sus reivindicaciones son claras: una democracia más participativa, alejada de los poderosos, y una reforma de la ley electoral, que favorece la alternancia en el poder de solo dos partidos, el Socialista Obrero Español (PSOE) y el Popular (PP), de centroderecha.

Bautizados por la prensa como el movimiento del 15-M, en alusión a las movilizaciones del domingo (15 de mayo) en medio centenar de ciudades españolas, los participantes de esta iniciativa popular exhortaron a no votar por los partidos tradicionales en los comicios del próximo domingo.

También son conocidos como los indignados por su rechazo a los severos recortes sociales y laborales aplicados en este país ibérico, donde el desempleo roza los cinco millones de personas, la tasa más alta de la Unión Europea, y el paro juvenil supera el 40 por ciento.

El movimiento NoLesVotes, otro de los impulsores de las protestas, subrayó que su intención no es propugnar la abstención el 22 de mayo, sino el voto responsable y la tolerancia cero con la corrupción de la clase política.

A juicio de estas plataformas sociales, la democracia se ha degradado tanto que los partidos apenas se preocupan de seguir en el poder o de alternarse en el mismo, y ya únicamente responden a los intereses de las élites económicas con las que pactan.

Miles de personas, mayoritariamente en Madrid, pasaron la noche en calles y plazas de distintas ciudades de la nación ibérica, como parte de las movilizaciones convocadas a través de las redes sociales para reclamar un cambio político y social.

Tras la multitudinaria acampada de la pasada madrugada, los 200 jóvenes que permanecen en la Puerta del Sol, también conocida como el kilómetro cero de España, anticiparon que, en principio, permanecerán allí hasta el venidero domingo.

Lo cierto es que este movimiento espontáneo y contrario a las dos fuerzas mayoritarias (PSOE y PP), que muchos comparan con las recientes revueltas en el norte de Africa, ha puesto en jaque a los gobernantes de turno.

En un manifiesto, los desencantados aclaran que no representan a partido político ni asociación alguna, y reclaman una sociedad nueva en la que se defienda la dignidad humana frente a los intereses económicos.