Tormentas de arena, granizo y lluvias azotaron varias regiones del Oriente Medio ayer, pero fue Egipto el país más afectado hasta el cierre de esta edición.
Egypt sandstorm
© REUTERSUn hombre se cubre la cara cuando la tormenta de arena golpea cerca del río Nilo en El Cairo.
Una enorme tormenta de arena redujo la visibilidad en El Cairo donde una nube naranja de polvo bloqueaba el cielo y los peatones se cubrían el rostro de las ráfagas de viento.

Los vientos alcanzaron más de 50 kilómetros por hora, doblegando palmas a lo largo del Nilo al tiempo que en Libia, lluvias, vientos y temperaturas frías elevaron la demanda de electricidad, causando apagones en varias regiones de ese país.

Las tormentas de arena son comunes en la región a finales del invierno e inicios de la primavera y la Comisión Meteorológica de Egipto llamó a ejercer cautela, aunque no recomendó a la gente cambiar sus rutinas diarias, salvo cubrir el rostro para evitar el polvo.

Fuertes vientos del desierto azotaron Israel, Cisjordania y Gaza, llevando arena y polvo, al tiempo que la nieve caía ya en zonas montañosas de Israel, donde aguaceros y granizadas vararon a automovilistas y cubrieron calles con lodo.

En Gaza, los pescadores regresaron a puerto y atracaron sus embarcaciones para protegerlas del oleaje.