Traducido por el equipo de SOTT.net en español.

Francois-Regis Legrier
© DAPHNE BENOIT/AFP/Getty Images(De izquierda a derecha) El comandante francés de la Fuerza de Tareas Wagram Francois-Regis Legrier explica las posiciones militares en un mapa de arena a la ministra de Defensa francesa Florence Parly, al general francés Jean-Marc Vigilant, al general del ejército estadounidense Paul Lacamera y al embajador francés en Iraq Bruno Aubert, en una base de operaciones de avanzada de la artillería francesa cerca de Al Qaim, en la provincia de Anbar, en el oeste de Iraq, frente a la región siria de Deir Ezzor, a unos pocos kilómetros de distancia de la última parte del territorio que ocupaba Daesh el 9 de febrero de 2019.
Un alto oficial francés se enfrenta al castigo después de haber condenado públicamente las tácticas militares de la coalición liderada por Estados Unidos contra Daesh en el este de Siria, acusando a Washington de prolongar el conflicto y de no tener en cuenta el creciente número de muertes de civiles, dijo el ejército el sábado.

El Coronel François-Regis Legrier -que ha estado a cargo de dirigir la artillería francesa de apoyo a los grupos liderados por los kurdos en Siria desde octubre- dijo que la coalición se había centrado en limitar sus propios riesgos, lo que había incrementado enormemente el número de muertes entre la población civil, así como el nivel de destrucción.


Comentario: A diferencia de los rusos, que mueren en el terreno junto a las fuerzas sirias y, por lo tanto, liberan rápidamente las ciudades sirias con una destrucción mínima.


"Sí, se ha ganado la batalla de Hajin [cerca de la frontera oriental de Siria con Irak], al menos sobre el terreno, pero al negarnos a participar en ella, prolongamos innecesariamente el conflicto y contribuimos así a aumentar el número de víctimas en la población", escribió Legrier en un artículo de National Defence Review.

Francia es uno de los principales aliados de la coalición encabezada por Estados Unidos que lucha contra Daesh en Siria e Irak, en la que sus aviones de guerra se utilizan para atacar objetivos de militantes, su artillería pesada respalda a los combatientes liderados por los kurdos y sus fuerzas especiales dirigen el ataque terrestre.

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El artículo del coronel sobre su reciente gira por el oeste de Irak, publicado en la prestigiosa revista militar francesa, ha sido retirado desde entonces.
"Hemos destruido masivamente la infraestructura y hemos dado a la población una imagen repugnante de lo que podría ser una liberación al estilo occidental, dejando a su paso el germen de un inminente resurgimiento de un nuevo adversario", dijo, en una inusitada crítica pública por parte de un oficial en servicio.

"De ninguna manera hemos ganado la guerra porque carecemos de una política realista y duradera, así como de una estrategia adecuada", dijo Legrier. "¿Cuántos Hajins se necesitarán para entender que estamos en el camino equivocado?"

El artículo de Legrier ha avergonzado a las autoridades francesas pocos días antes de que la coalición anuncie la derrota del grupo terrorista; el artículo fue retirado de la página web de la revista el sábado.

El portavoz del ejército francés, Patrick Steiger, confirmó a los periodistas: "Se está considerando la posibilidad de imponer un castigo".


Comentario: "Sí, ¡¿cómo se atreve a hablar con sentido común y hacernos quedar mal?!"

A juzgar por cómo van las cosas en Francia, algo nos dice que puede que no sea la última vez que oigamos hablar del Coronel Legrier.


Hajin fue la última gran ciudad en manos de los militantes de Daesh y fue el objetivo de la última fase de la "Operación Roundup" que comenzó en septiembre, con fuertes batallas que también se centraron en la zona de Al-Shafah, cerca de la frontera iraquí. A los seis meses, unos pocos centenares de militantes, en rápida disminución, han estado luchando en las orillas orientales del río Éufrates, acorralados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos, en el lado sirio de la frontera iraquí, y por las milicias chiítas, apoyadas por Irán, al otro lado.

Sin embargo, la batalla ha sido difícil, ya que los militantes de Daesh se han resistido ferozmente a los intentos de las FDS de capturar su último baluarte, a pesar de que cientos de combatientes kurdos -incluyendo equipamiento militar pesado- han sido enviados como refuerzos en el transcurso de los enfrentamientos.

Aunque las FDS también contaron con el apoyo de aviones de combate de la coalición internacional, los campos de minas situados estratégicamente y colocados por Daesh, según se informa, ralentizaron considerablemente el ataque terrestre, lo que provocó que la operación se interrumpiera temporalmente en noviembre.

La coalición podría haberse deshecho de apenas 2.000 combatientes -que carecían de apoyo aéreo o de equipo tecnológico moderno- de manera mucho más rápida y eficaz enviando sólo 1.000 soldados, argumentó Legrier. "Esta negativa plantea una pregunta: ¿por qué tenemos un ejército que no nos atrevemos a usar?", dijo.


Comentario: Porque están participando en operaciones destinadas a preservar las condiciones para el regreso de al-Qaeda v.3.0.

Los generales de Trump, incluyendo a Mattis, le han estado "advirtiendo" (amenazándolo, en realidad) que "recibirá su ISIS" si no está de acuerdo con enviar más tropas a Afganistán, más drones a Yemen, más barcos de guerra al Golfo Pérsico, etc. Al igual que se le había advertido a Obama porque comenzó a retirar tropas de Irak y Afganistán.


Los grupos de derechos humanos han criticado repetidamente la campaña de bombardeos dirigida por Estados Unidos, que ha causado la muerte de decenas de civiles en los últimos seis meses; hasta la fecha, unos 700 civiles -más de 250 de los cuales eran niños- han sido asesinados, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Miles de civiles han huido de la zona, y el campamento de refugiados de Al-Houl, en el nordeste de Siria, acoge actualmente a más de 39.000 personas, principalmente mujeres y niños.

En octubre, unas 54 personas -entre ellas 12 niños- fueron asesinadas en un solo ataque en una mezquita de la ciudad de Al-Susah, cerca de la frontera iraquí. Los Estados Unidos alegaron que la mezquita estaba siendo utilizada como base por los agentes de Daesh; unos 22 militantes también murieron en la explosión. A pesar de haber sido atacada durante la oración congregacional semanal del viernes, un momento popular para los civiles, los militares afirmaron que atacaron la mezquita cuando sólo había combatientes presentes.