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Las varias docenas de jóvenes franceses que se reúnen todas las tardes desde hace varios días en la plaza de la Bastilla para mostrar su solidaridad con los "indignados" españoles han convocado una gran concentración en París para el próximo domingo.

Se esperan concentraciones en Francia el martes y el miércoles, principalmente en Lyon, Toulouse, Lille, Nantes, Estrasburgo, Nantes o Burdeos.

El movimiento "Démocratie réelle, maintenant!" (Democracia real ya, en francés) estima que la movilización ciudadana de jóvenes españoles, que ocuparon distintas plazas después de una marcha multitudinaria en protesta contra la clase política y la crisis económica el 15 de mayo, concierne a todos los europeos, que deben convertirse en "actores dinámicos del cambio". "La revuelta de los países árabes ha atravesado el Mediterráneo. La revuelta del pueblo español envía un mensaje claro a todos los europeos, debemos aferrarnos a esta oportunidad", dijo el movimiento en su página de Internet.

"Estamos asfixiados por los planes de austeridad que se multiplican por toda Europa", añadió, diciendo que la crisis económica y financiera "afecta a todo el mundo". "Démocratie réelle, maintenant!" estima que en Francia, donde los beneficios del índice bursátil se han doblado, el paro juvenil alcanza el 25 por ciento.

"En España, son el 40 por ciento de los menores de 35 años quienes no tienen trabajo", añadió. El movimiento ha recibido el apoyo de la Generación precaria, que subraya también que en Francia "los jóvenes están hasta las narices".

"Somos millones. El movimiento ha sido seguido en toda Europa, con manifestaciones en Reino Unido o incluso en Grecia bajo el lema "People of Europe Rise Up " (Gente de Europa, ¡levantaos!), escribe el movimiento en un comunicado. Los jóvenes, los principales afectados por la crisis, "reivindican un derecho al trabajo que les niegan con el pretexto de la crisis económica mundial".

En España, el movimiento de los "indignados" ha entrado en su segunda semana de protestas manteniendo multitudinarias acampadas en varias ciudades españolas e ignorando los resultados electorales en las consultas municipales y autonómicas celebradas el fin de semana.

En la concentración más multitudinaria, la de la Puerta del Sol de Madrid, centenares de jóvenes permanecían instalados en tiendas de campaña y organizados en comités que han dado a la plaza en esta última semana una biblioteca, una guardería e incluso un huerto.

Este inédito movimiento, que ha acabado con la imagen de apatía de la población, sobre todo la juvenil, después de tres años de crisis, tiene una variada serie de propuestas políticas, sociales y económicas, como cerrar las centrales nucleares o gravar las transacciones internacionales con un impuesto.

Aunque los analistas dicen que es un movimiento difícil de mantener en el tiempo, los concentrados han propuesto extender su iniciativa a los barrios de Madrid, celebrando asambleas el próximo sábado, y otra más en Sol el domingo, cuando decidirán si continúan acampados en la céntrica plaza madrileña.