El Departamento de Estado de EE. UU. publicó los datos sobre el arsenal nuclear del país, un apartado previsto por el tratado START, que entró en vigor el 5 de febrero. Según los norteamericanos, disponen de un 30% más de misiles y ojivas nucleares que la parte rusa.
Según el tratado, ambos países tenían que reportar el estado inicial de su arsenal nuclear, a la fecha de su adopción. Según el sitio web oficial del Departamento, EE. UU. tiene 882 misiles intercontinentales balísticos (ICBM), los misiles balísticos que se lanzan desde submarinos (SLBM) y bombarderos estratégicos. Por su parte Rusia cuenta con 521 unidades de este tipo.
En los 882 portadores norteamericanos están instaladas 1.800 ojivas atómicas, mientras en los rusos, 1.537.
Los nuevos límites, impuestos por el START, son 1.550 ojivas desplegadas y 700 desplegadas ICBM, SLBM y bombarderos estratégicos, lo que significa, que para el año 2020 EE. UU. tendrá que reducir su arsenal atómico, mientras la cantidad de armas rusas, reglamentadas por el tratado, ya está dentro del límite establecido.
El tratado START fue firmado por los presidentes de Rusia y EE. UU. el 8 de abril del 2010, pero ratificado por los parlamentos de los respectivos países solo en enero del 2011 debido a varias contradicciones, resueltas con enmiendas, añadidas al texto del documento por las cámaras legislativas.
Las mayores discrepancias se produjeron por la discusión alrededor del sistema del escudo antimisiles norteamericano, indicado en el preámbulo del documento.
Los diputados norteamericanos insistían en que su país se encuentra libre de desarrollar y posicionar el sistema, y la parte rusa respondió que puede salir del acuerdo en el caso de que el sistema "viole de un modo cualitativo la seguridad y la capacidad defensiva de la Federación Rusa"
Poco después Rusia ofreció a EE. UU. firmar un tratado, que aseguraría que el sistema no se utilice contra los rusos. Sin embargo, los estadounidenses rechazaron esta propuesta.
"Para Rusia es un tema crítico, un tema muy importante, que esa defensa antimisil de EE. UU. (...) no se utilice contra Rusia en el futuro", comenta el experto de RT, Lajos Szaszdi. "Y Rusia quiere (...) que EE. UU. garantice que ese sistema antimisil no se use contra las fuerzas misiles balísticos rusas en el futuro. Y Washington no se quiere comprometer por tratado".
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