Las autoridades sudanesas aseguraron hoy que las víctimas de las inundaciones que anegan varias zonas de Sudán desde el pasado julio han aumentado a 78 muertos, y otras 89 personas resultaron heridas.
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La comisión gubernamental de ayuda humanitaria de Sudán afirmó que alrededor de 65.322 familias fueron afectados por las inundaciones y unas 40.800 casas fueron destruidas, según declaró a la prensa el responsable de la organización, Ahmed Fadlala.


El estado de Nilo Blanco, en el centro del país, es el lugar más afectado por las lluvias, donde murieron doce personas y decenas de pueblos fueron destruidos, afirmó.

En un comunicado, el comité supremo para las inundaciones en el Ministerio de los Recursos Hídricos sudanés advirtió a los ciudadanos para que estén preparados y tomen todas las precauciones.


El Ministerio de Salud rechazó declarar Sudán como zona de desastre natural, después de que la plataforma civil Fuerza de Libertad y el Cambio lo pidiese el pasado domingo.

La ONU ha advertido de que muchas más personas pueden sufrir el efecto de las lluvias ya que la temporada se prolongará hasta octubre.

El año pasado, más de 222.000 sudaneses se vieron afectados por este mismo fenómeno meteorológico, que se repite todos los años con diferente intensidad.