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© BBC MundoLas recetas pueden bajarse gratuitamente de internet.
Insecticidas, repelentes y fertilizantes elaborados con manzanilla, ortigas o ajo son algunos de los productos naturales utilizados por agricultores en América Latina y recogidos ahora en un nuevo manual de la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

La nueva publicación, orientada fundamentalmente a la pequeña agricultura urbana, enseña a producir "biopreparados", sustancias de origen vegetal, animal o mineral que tienen propiedades nutritivas para plantas o sirven como repelentes de insectos para el control de enfermedades.

"Estas recetas se han transmitido por generaciones entre los agricultores familiares, y utilizan ingredientes sencillos y de bajo costo para el manejo sostenible de plagas y enfermedades en los cultivos urbanos", afirma Alan Bojanic, de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

La Organización espera que el manual, que puede bajarse gratuitamente de internet, contribuya a mejorar la salud y nutrición en la población urbana o periurbana, así como a generar fuentes de empleo.

Extracto de manzanilla

Entre las principales plagas de la agricultura urbana se encuentran los insectos chupadores, masticadores y barrenadores, los ácaros y arañuelas, los nemátodos, babosas, caracoles y hormigas.

Entre los insectos chupadores, por ejemplo, se encuentran los pulgones, cigarras, chinches, cochinillas, la mosca blanca y la pulguilla saltona. Estos insectos suelen atacar cereales, leguminosas, hortalizas y flores, chupando la savia y originando heridas que marchitan y secan las plantas.

Uno de los biopreparados destacados en el manual es el extracto de manzanilla, efectivo en el control de hongos e insectos chupadores, plagas frecuentes en los huertos urbanos.

El extracto se obtiene macerando flores frescas de manzanilla en un poco agua y el líquido resultante debe almacenarse en un recipiente oscuro. Para aplicarlo se toman gotas del extracto diluidas en agua.

Otros extractos comunes según la FAO son los de ajo, caléndula y ortiga, que pueden utilizarse para la protección de cultivos desde el momento de la siembra. Se recomienda aplicarlos en una base de jabón para evitar que se laven con las lluvias.

"Un manejo oportuno de las plagas y enfermedades beneficiará a los agricultores urbanos con una producción más eficiente, a menor costo, más segura para su salud y la de sus familias y respetuosa con el ambiente", asegura Alberto Pantoja, experto en protección vegetal de la FAO.

Vea el manual de la FAO