En su novela autobiográfica titulada "El consentimiento", Vanessa Sprigora contó que a los 14 años mantuvo una relación con Gabriel Matzneff, escritor que en ese momento tenía 50 años.
Gabriel Matzneff
© AFPGabriel Matzneff
El caso sacude el mundo literario francés. El detonante es Le consentement (Grasset, "el consentimiento"), una novela autobiográfica firmada por Vanessa Sprigora, editora de Julliard, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 2 de enero. En la obra, de 200 páginas, la autora describe su relación bajo influencia con Gabriel Matzneff, un escritor que tenía entonces unos 50 años y la sedujo cuando ella tenía 14.

Springora relata sin golpes bajos ni victimización la ambigüedad de una época, los años 80, en la que se mezclaban liberación sexual, tolerancia y defensa de la pedofilia, en un contexto donde Matzneff provocaba fascinación en el medio literario. Subyugada por el hombre, la mujer también sucumbió a su escritura, inspirada ampliamente en sus relaciones sexuales, incluyendo crónicas de relaciones con jovencitos en sus viajes por Asia.

"Como si su paso por mi existencia no me hubiese devastado lo suficiente, ahora necesita documentarse, falsificar, capturar y grabar para siempre sus fechorías", escribe Vanessa Springora, quien firma su primer libro a los 47 años. "¿Cómo admitir que han abusado de una, cuando una no puede negar que dio su consentimiento, cuando una ha sentido deseo por ese adulto que no tardó en aprovecharlo? Durante años tendré que lidiar yo también con esta noción de víctima", apunta Springora.

La próxima llegada a las librerías y la campaña de publicidad alrededor de la novela han generado una controversia en las letras francesas, en un país marcado por una nueva acusación de violación contra el director franco-polaco Roman Polanski y la ola mundial de denuncias provocadas por el caso Harvey Weinstein en Estados Unidos. Los defensores del escritor denuncian una cruzada puritana contra una época superada, mientras sus detractores ponen el acento en la defensa de las víctimas de abusos.

"Es cierto. Los adolescentes buscan poner a prueba su poder de seducción, que les digan que son sexies o bonitos. Y es tu puto papel de adulto ponerle inmediatamente un límite", reaccionó en Twitter la feminista francesa Valéry Rey-Robert. Muy por el contrario, Josyane Savigneau, miembro del jurado del premio Femina y ex directora del suplemento literario del diario Le Monde, denuncia una "caza de brujas".

Prueba de que existe un cambio de época, los archivos del Instituto Nacional Audiovisual de Francia han exhumado una secuencia de 1990 del prestigioso programa sobre literatura Apostrophes, presentado por el crítico literario Bernard Pivot, en el que Matzneff comenta en medio de risas sus relaciones con menores. "En los años 70 y 80, la literatura importaba más que la moral, hoy la moral importa más que la literatura. Moralmente, es un progreso. Somos más o menos los productos intelectuales y morales de un país, y, sobre todo, de una época", reaccionó Pivot este viernes en Twitter.

Por su parte, Matzneff, quien hoy a los 83 años escribe sobre espiritualidad y religión en la revista Le Point, se dijo "triste" por una obra "hostil, dañina, destinada a perjudicarlo".