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- La marcha comenzó en la plaza de Cataluña a las 17.00 y terminó en Pla de Palau.
- A ella asistireon 260.000 personas según los organizadores, 50.000 según Interior y 75.000 según el Ayuntamiento de la ciudad.
- El mayor momento de tensión se vivió frente al Parlament, en donde permanecieron centenares de 'indignados' gritando a mossos antidisturbios.
- Decenas de miles de 'indignados' abarrotaron el centro de Madrid.


Barcelona vivió en la tarde de este domingo las manifestaciones de los ciudadanos 'indignados' contra el Pacto del Euro. El lema de los manifestantes catalanes ha sido "La calle es nuestra, no pagaremos su crisis".

Desde plaza de Cataluña hasta Pla de Palau, en donde finalizó la marcha pasadas las 21.00 h, Barcelona se encontró 'colapsada' por decenas de miles de 'indignados' (los organizadores cifran la marcha en 260.000 personas; según el departamento de Interior de la Generalitat, 50.000, y según el Ayuntamiento, 75.000).

La marcha transcurrió en un ambiente "alegre" y "festivo", según fuentes de los organizadores, y entre los manifestantes abundaron los tambores y pitos. Durante el recorrido, hubo un momento tenso cuando una minoría de manifestantes empezaron a gritar a dos supuestos policías que estaban de paisano entre la multitud. Mientras, el resto de los manifestantes les rodeó para evitar mayores incidentes.

El ambiente tranquilo y pacífico con el que los 'indignados' reivindicaron estas marchas ha contrarrestado las acusaciones y críticas recibidas de ser un movimiento violento por los incidentes del pasado 15 de junio en el parque de la Ciutadella. Ese día, algunos jóvenes increparon, zarandearon e incluso arrojaron pintura a varios diputados que iban a participar en el debate del Parlament sobre los presupuestos de la Generalitat.

Pla de Palau: fin del recorrido

La convocatoria de Barcelona comenzó en la plaza de Cataluña a las 17.00 h, hacia donde marcharon en 'columnas' provenientes de diferentes barrios de la ciudad. En la plaza se escucharon gritos de "Puig dimisión" y "No a la violencia". Frente a los 'indignados', ocho furgones de los Mossos d'Escuadra permanecieron impasibles vigilando y controlando la situación.

Las decenas de miles de personas que permanecieron en un principio concentradas allí bajaron por la vía Laietana para terminar la marcha en Pla de Palau, cerca del parque de la Ciutadella.

A esta gran 'columna' de 'indignados' también se unieron otras dos: desde Santa Coloma de Gramanet y desde Mataró, en donde iniciaron durante la mañana una caminata de 30 kilómetros hasta la ciudad condal. A esta marcha estaba previsto que se uniese el impulsor de la revolución de Islandia, el músico y actor Hördur Torfason.

Tensión en el Parlament

Un grupo de 'indignados' también acudió de manera pacífica para concentrarse frente al Parlament, que estaba totalmente vallado y con una decena de furgones de los Mossos d'Esquadra y generaron el mayor momento de tensión vivido en la jornada del 9-J en Barcelona.

Con gritos de "que no nos representan", los manifestantes, que se contaban por centenares, corearon consignas ante el Parlament catalán. Padres y madres con carritos de bebés y jóvenes, entre otros, llegaron aquí de manera espontánea desde Pla de Palau, en donde finalizó la marcha.

En un primer momento, los organizadores intentaron, sin éxito, que la gente se fuera de allí para evitar incidentes como los del miércoles pasado. Algunos decidieron irse antes de que cerrase el parque de la Ciutadella. Finalmente, ante la llegada de refuerzos policiales (siete furgones) y con el temor a una carga policial, la mayoría de 'indignados' reunidos en la Ciutadella ha optado por quedarse en la entrada del recinto.

En la salida del parque próxima al centro deportivo municipal se concentraron en una sentada centenares de 'indignados' que salieron de la Ciutadella. En el paseo de Circumbalación, junto al centro deportivo municipal, permanecieron aparcadas 16 furgonetas de la unidad de antidisturbios de los Mossos antidisturbios y dos ambulancias. Poco después de iniciar la sentada, los 16 furgones se marcharon, despedidos con cánticos por los 'indignados'. El parque de la Ciutadella seguía abierto pasadas las 22.30, pero ya nadie quedaba dentro.

La tranquilidad y el cansancio se han dejado ver también en plaza Cataluña. Cerca de 1.000 personas permanecieron sentadas en la plaza mientras conectaban en directo con las otras marchas que realizó el movimiento por todo el mundo.