Hoy en día hay más medios de comunicación que nunca, un hecho propiciado por la aparición de Internet. Pero al mismo tiempo se da una paradoja.
loro
Extrañamente, a pesar de haber tantos y tan diversos medios, en ciertos asuntos -especialmente en cuestiones ideológicas y de política internacional- los medios parecen publicar titulares clonados. Lo hemos visto la semana pasada con la curiosa coincidencia de aberrantes titulares sobre el asesinato de un seguidor de Donald Trump en Portland. Son muy escasos los medios que se han atrevido a llamar asesinato a ese hecho, a pesar de que hay un vídeo que lo evidencia. ¿Cómo es posible?

Para entender cómo se ha podido llegar a ese punto en el mundo del periodismo hemos de entender ciertas cosas sobre los medios de comunicación:

1. La influencia de las grandes agencias

Si observas muchas noticias publicadas por los medios, especialmente las de ámbito internacional, la mayoría han sido suministradas por agencias. Esto se debe a que no todos los medios pueden permitirse pagar corresponsales en el extranjero, por eso en las noticias de ámbito local, regional o nacional suele haber más variedad de tratamientos. El problema que esto supone es que, por tiempo, por falta de recursos o por comodidad, muchos medios copian sin más lo que les llega de agencias. Algunos incluso cargan automáticamente esas noticias. Esto se agrava por el hecho de que hoy en día, con el periodismo tradicional en crisis, los periodistas están mal pagados y apenas tienen incentivos para investigar por su cuenta.

2. El sesgo ideológico de la mayoría de los periodistas

Como reconoció hace tres años un medio izquierdista español, Eldiario.es, el periodismo es una de las profesiones más dominadas por la izquierda. Por eso hoy en los medios se habla mucho más de "ultraderecha" (4,4 millones de resultados en Google)que de "ultraizquierda" (sólo 330.000 resultados), a pesar de que más de 1.500 millones de personas -la quinta parte de la humanidad- siguen sometidas a dictaduras comunistas (China, Corea del Norte, Cuba, Laos y Vietnam). Para la izquierda, los extremistas somos quienes nos atrevemos a salir del redil progresista, y no los que apoyan a dictaduras de izquierdas.

3. Los medios de derechas han dejado de serlo: ahora son centristas

Relacionado con lo anterior, y en paralelo a la deriva de gran parte de la derecha política, a día de hoy muchos medios considerados de derechas son, en realidad, centristas, es decir, partidarios de una posición política que rehusa dar la batalla de las ideas a la izquierda, lo que en la práctica implica acabar asumiendo los dogmas progresistas. Por eso medios que en algún momento fueron de derechas o conservadores hoy hablan de "ultracatólicos" para referirse a quienes defienden posiciones católicas en política o tachan de "transfóbico" al que se atreve a discutir la ideología de género.

4. Las presiones contra los medios que se resisten

Evidentemente, sigue habiendo medios -especialmente digitales- y periodistas que se atreven a contradecir a la izquierda, pero no lo tienen fácil. Las presiones políticas y de otro tipo para que pasen por el aro no son pocas: incluyen multas a medios por motivos ideológicos, el acoso a periodistas e incluso a sus familias, las cazas de brujas contra medios digitales conservadores, las demandas para taparnos la boca y ahora también la censura impuesta por las grandes empresas tecnológicas, que no tienen reparos en exponer su agenda política limitando la libertad de expresión.

5. Los favores políticos a los medios progresistas

A todo ello hay que añadir el uso de las ayudas públicas y de la publicidad institucional por parte de los políticos para comprar el favor de los medios, lo que deja en una situación de desventaja a quienes no comulgan con el consenso progre, pues la amplia mayoría de los gobiernos se adscriben políticamente a la izquierda o al centrismo. A esto hay que añadir la lluvia de millones que lanzan ciertos grupos privados muy influyentes sobre los medios afines. Hace sólo dos días se ha conocido, por ejemplo, que la fundación de Bill Gates, conocida por promover causas progresistas, otorgó dos ayudas al diario socialista español El País por un importe de 3,3 millones de euros.

Como resultado de todo ello, hoy en día lo realmente transgresor en el mundo del periodismo es ser conservador. Si te atreves a llevarle la contraria al progresismo puedes estar seguro de que te va a caer de todo, pero ser libre no tiene precio, y por la libertad y por la verdad merece la pena asumir esos riesgos.