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El Gobierno de Italia, dirigido por el primer ministro, Silvio Berlusconi, dio luz verde en Consejo de Ministros a un plan de ajuste económico de 47 mil millones de euros que tendrá que ser aprobado en el Parlamento entre el 25 y el 30 de julio, para tratar de protegerse de una crisis similar a la griega.
El plan de ajuste consta de cuatro puntos fundamentales: La contención de los costes de la política; medidas de contención del gasto; disposiciones en materia de entradas tributarias y medidas para apoyar el desarrollo. En este sentido, se incluye una reducción de los regímenes de exención de impuestos, mientras que, a partir del año 2020, las mujeres tendrán que trabajar un mes más para recibir la pensión.
Las medidas incluyen recortes en el presupuesto de los ministerios del Gobierno central, en los locales y menores exenciones fiscales para empresas y familias, según versiones preliminares del proyecto.
También se congelará el sueldo de los empleados públicos hasta dentro de tres años y medio y se baja el cinco por ciento de quienes perciben más de 70 mil euros. Se recortará también el de los ministros que cobrarán sólo como parlamentarios.
Las medidas afectan al área de Salud, donde se introduce una tasa de 10 euros por acudir al especialista y 25 euros por las prestaciones sanitarias no perentorias en las urgencias de hospital. El impuesto de las ganancias en Bolsa sube de 12,5 al 20 por ciento. Mientras, para los carros de más de 170 Caballos de Vapor (CV) se introduce un nuevo superimpuesto.
En este proyecto de austeridad se incluye también un impuesto a las transacciones financieras del 0,15 por ciento de cada operación y una tasación separada del 35 por ciento sobre las actividades comerciales de los bancos.
Luego de darle el visto bueno al plan de recorte económico, el primer ministro, Silvio Berlusconi, subrayó que "todos" están convencidos de que no puede existir un "futuro positivo "si se continúa "cargando a las futuras generaciones con un déficit en el balance".El presupuesto ha supuesto tensiones entre la coalición de centroderecha de Berlusconi y sus descontentos aliados de la Liga del Norte, que han advertido que el Gobierno estará en riesgo hasta que el paquete sea aprobado en el Parlamento.
El ministro de Economía, Giulio Tremonti recibió hasta este miércoles las propuestas de los ministros del Ejecutivo para llevar a cabo un plan de ajuste "consensuado", tras los desencuentros entre los dos partidos de coalición, Liga Norte y Pueblo de la Libertad, respecto al plan económico impulsado por Tremonti.
El paquete de austeridad en Grecia, impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), estipula una reducción en funcionarios y coste de sueldos, fusionar o suprimir organismos estatales, sanear las empresas estatales y semiestatales, menos gastos del Estado y reducir los gastos de Defensa.
Esto significa que en los próximos cuatro años se cancelarán 150 mil cargos de empleados públicos, con una cifra de desempleados que en la actualidad supera las 800 mil personas y una tasa de desempleo del 15,6 por ciento.También se implementarán recortes en los ingresos de los funcionarios públicos y en las pensiones, así como aumentos de impuestos.
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