La muerte de un paciente que fue tratado con esa sustancia, por orden judicial, desató una serie de investigaciones y denuncias.
Policia argentina
© Natacha Pisarenko / APOperativos por la pandemia en Buenos Aires, Argentina, 23 de marzo de 2020
La investigación tras la muerte de un paciente de coronavirus al que se le suministró dióxido de cloro por orden judicial provocó un escándalo en Argentina, que ya derivó en la imputación del supuesto neurocirujano que dictó la receta y el juez que emitió el fallo, además de que volvió a poner de relieve la existencia de una red de médicos que propagan noticias falsas y teorías conspiracionistas sobre la pandemia, y entre los cuales algunos simpatizan abiertamente con el nazismo.


Comentario: Tal vez el caso de los Médicos por la verdad en Argentina es uno de los más llamativos y claros casos de un trabajo de inteligencia para contrarrestar y controlar el destino de la oposición. De aquí en adelante, cualquier doctor o profesional que decida oponerse a la narrativa oficial o poner en tela de juicio las clarísimas falacias, habrá perdido credibilidad con anterioridad debido a los hechos recientes en Argentina.


El caso comenzó la semana pasada, cuando José María Lorenzo solicitó que Oscar García Rúa, su padrastro de 92 años, que estaba internado por coronavirus en el Sanatorio Otamendi de la ciudad de Buenos Aires, recibiera en carácter de urgente un tratamiento con dióxido de cloro que había sido recomendado por el médico Dante Converti.

Como las autoridades de la clínica se negaron, la familia del paciente acudió a la justicia y logró que el juez Javier Pico Terrero emitiera un inédito fallo en el que obligaba a la institución a usar la sustancia, a pesar de que no está autorizada y de que organismos nacionales e internacionales han advertido que es dañina para la salud.

El 9 de enero, gracias a la controvertida resolución judicial, al paciente se le suministró dióxido de cloro, pero falleció a los dos días, lo que exacerbó aun más la conmoción que había desatado en el país la decisión del juez.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) reiteró entonces que el dióxido de cloro no está recomendado para tratar el covid-19 ni ninguna otra enfermedad, mientras que el Ministerio de Salud interpuso una denuncia que permitió la imputación de Converti.

Luego, la Asociación Argentina de Neurocirugía advirtió que, a pesar de que Converti se presenta como neurocirujano no forma parte de esta organización, además de que esta especialidad no está facultada para recetar tratamientos contra el covid-19.

Irresponsabilidad

La situación del médico se complicó todavía más cuando la Policía allanó su consultorio y descubrió que el inmueble no estaba habilitado, que él ejercía con su matrícula profesional vencida y que solía recetar tratamientos con dióxido de cloro.

Por otra parte, el juez fue denunciado por las sociedades argentinas de Infectología, Gastroenterología, Sexología y Terapia Intensiva, la Fundación Huésped, la Asociación Metropolitana de Medicina Familiar y la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental.

"En nuestro carácter de representantes de distintas asociaciones científicas comprometidas con la salud pública y colectiva, es que solicitamos por las razones de hecho y de derecho señaladas se proceda a juzgar la actuación del Juez Javier Pico Terrero, y en el momento procesal oportuno se impongan las máximas sanciones previstas para el caso denunciado", señalaron.

En un escrito, advirtieron que el desempeño del juez fue apresurado y negligente porque se basó en la receta de un neurocirujano para obligar a un sanatorio a suministrar un tratamiento que no está autorizado en el país, porque implica el uso de una sustancia tóxica.

"Lo grave es que el tratamiento indicado no solo no se encuentra autorizado o registrado, sino que por el contrario desde agosto del año 2020 se encuentra expresamente desaconsejado su uso por la multiplicidad de eventos adversos. La ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales", explicaron.

Otra epidemia

En medio de este escándalo, una de las líneas de investigación del caso apunta a descubrir si Converti forma parte de "Médicos por la Verdad", una organización de personas que estudiaron y ejercen la medicina, pero que promueven la desinformación en torno a la pandemia y la ciencia en general, con base en postulados de la ultraderecha.


Comentario: Es muy importante notar lo que está a punto de ocurrir, cualquier esfuerzo realizado por el grupo de Médicos por la Verdad, de informar a quienes entienden que existe razón para cuestionar la narrativa oficial sobre la supuesta pandemia, está a punto de ser completamente desacreditado.


Estos activistas operan en varios países, organizan protestas contra las cuarentenas, convocan a rebelarse contra las vacunas y el uso de barbijos, ponen en duda todas las investigaciones científicas, difunden teorías conspiracionistas y exigen el uso de sustancias como dióxido de cloro como alternativas para prevenir o curar el coronavirus.


Comentario: Este párrafo anterior carece de pensamiento crítico, y reduce al esfuerzo de Medicos por la Verdad a nivel mundial, a los actos de un par de lunáticos en Argentina.


Una de sus voces más representativas y mediáticas es la médica Chinda Brandolino, quien en eventos públicos ha elogiado a Adolf Hitler, a quien se refiere como "el Führer" y que considera que los centros de exterminio nazi de la Segunda Guerra Mundial son "un invento" de los judíos.

En los últimos meses, la mujer fue invitada por populares personalidades de la farándula local, como la modelo Nicole Neumann y la periodista Viviana Canosa, famosa, a su vez, por ingerir dióxido de cloro en vivo en su programa. En ambos casos, la médica centró sus discursos en asegurar que la pandemia es una farsa, sin evidenciar ni ser cuestionada por sus simpatías con el nazismo.

A pesar de que cada una de sus intervenciones públicas suele desatar polémicas, Brandolino sigue ejerciendo la medicina y en la búsqueda de alguna candidatura política, para lo cual le sirve su activismo en "Médicos por la Verdad", así como su férrea oposición al derecho al aborto, que ya se legalizó en Argentina el pasado 30 de diciembre, y su presencia en medios de comunicación, que la invitan a difundir sus teorías negacionistas de la emergencia sanitaria mundial.