La crisis económica que padece nuestro país, combinada con la pésima gestión de la crisis sanitaria y el desgobierno de Sánchez e Iglesias, ha provocado que en España se hayan destruido 622.600 puestos de trabajos en el año 2020, lo que supone el peor año para desde el año 2012, según los datos de la Encuesta de Población Activa del cuatro trimestre, publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística.

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El número total de trabajadores ocupados en España se queda en 19,34 millones, una cifra que queda muy lejos del récord de 20 millones de ocupados que el Gobierno pretendía alcanzar el pasado año.

La covid-19 y su catastrófica gestión gubernamental ha provocado en España la mayor destrucción de empleo en un año desde 2012, en que la ocupación descendió en 813.600 personas.

La mayor destrucción de empleo se produjo entre los trabajadores con contrato temporal, con una destrucción de 397.000 puestos de trabajo en 2020.

El número de trabajadores con contrato indefinido se redujo en 208.000, mientras que el número de autónomos bajó en 18.000 trabajadores.

Por otro lado, mientras el sector privado destruyó en el año 2020 748.400 puestos de trabajo, el sector público ganó 125.800.

La tasa de paro en España subió hasta cerrar el cuatro trimestre en el 16,13%. El número total de parados en España es de 3,71 millones de personas, sin contar a los más de 700.000 trabajadores que se encuentran todavía inmersos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).