La víctima fatal iba a denunciar al uniformado por un presunto abuso sexual contra la adolescente, quien presenció el crimen de su madre.
Argentina protestas
© Flor Guzzetti /ReutersManifestantes reclaman una reforma judicial luego del feminicidio de Ursula Bahillo, en Buenos Aires, Argentina, el 17 de febrero de 2021
Una mujer fue asesinada de cuatro balazos por su pareja, un policía de la provincia de Buenos Aires, en Argentina, quien luego de cometer el crimen se suicidó con su arma reglamentaria, informó la agencia estatal Télam.

La víctima del feminicidio, de 41 años, le había advertido al efectivo que lo iba a denunciar por un presunto abuso sexual contra su hija de 13 años.

La adolescente, quien presenció la escena, relató a la Policía de la localidad de General Madariaga que esa había sido la razón por la cual su madre había discutido con el policía, identificado como Franco Mauricio Torres, de 27 años. Según la versión de la sobreviviente, el uniformado habría ejecutado un total de seis disparos en el interior de la vivienda.

Fuentes judiciales indicaron a la agencia que horas antes del feminicidio, que se registró cerca de la 1:30 de la madrugada, se había celebrado una fiesta en la vivienda de la mujer, pero los invitados se retiraron debido a la pelea que protagonizó la pareja.

Aparentemente, la madre de la adolescente -cuya identidad se reserva- le recriminó a Torres la relación que tenía con su hija, le advirtió que lo iba a denunciar e incluso llegó a arrojarle una botella.

Luego de ello, el efectivo salió de la casa y le pidió a otra persona que lo acompañara, pero más tarde regresó solo y armado a la vivienda para enfrentar a la mujer, madre de cuatro hijos, a la que terminó matando antes de suicidarse.

El crimen ocurre una semana después del feminicidio de Úrsula Bahillo, de 18 años, quien fue asesinada de 15 puñaladas por parte de su novio, un oficial de policía de 24 años que había sido denunciado varias veces por violencia de género. El caso reactivó una serie de protestas en Argentina, centradas en el reclamo por una reforma judicial que proteja a las mujeres frente a estas situaciones de violencia extrema.

De acuerdo a la organización feminista Mumalá, entre enero y febrero se produjeron en el país suramericano un total de 47 femicidios, lo que da un promedio de uno cada 30 horas. De ellos, un 17 % fue perpetrado por integrantes de las fuerzas de seguridad.