La Federación Española de Bancos de Alimentos ha detectado que ya no necesitan alimentos únicamente las personas en situación de pobreza severa, sino también familias que antes de la crisis tenían rentas medias o bajas.
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© Enric Fontcuberta / EFEUn grupo de voluntarios realiza su trabajo en los almacenes del Banco de los Alimentos en Barcelona.
Un año después del inicio de la pandemia, la demanda de ayuda alimentaria en los bancos de alimentos de España se ha disparado un 50%, una tendencia al alza que las entidades auguran que seguirá así ya que, una vez superada la crisis sanitaria, la emergencia social persistirá.

Con el objetivo de hacer frente a este aumento, la Fundación "la Caixa", CaixaBank y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) han presentado este lunes la segunda edición de la campaña solidaria Ningún Hogar Sin Alimentos, que tiene como objetivo recaudar fondos para garantizar la alimentación básica de familias en situación de vulnerabilidad.

En 2020, los bancos de alimentos atendieron a medio millón más de personas que el año anterior: 1.560.000 personas en total, de las cuales más de 360.000 fueron niños. En el caso catalán, en estos momentos atienden a 256.000 personas a través de 636 entidades, 60.000 beneficiarios más que antes de la pandemia.

Los bancos de alimentos, que han visto cómo el perfil de personas que acuden a pedir comida se ha diversificado, advierten de que la situación podría agravarse si no se produce una mejora de la economía cuando terminen las medidas excepcionales de protección social, como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

"No sé cuánto subirá la demanda de alimentos, estamos seguros de que a finales de verano la subida será muy fuerte", ha pronosticado el director de la Fundación Banc dels Aliments de Barcelona, Lluís Fatjó-Vilas, que ha detallado que desde el mes de octubre están registrando un incremento mensual "considerable" de la demanda. "Estamos en una curva completamente ascendente que no tiene visos de bajar", ha enfatizado Fatjó-Vilas.

Al respecto, ha asegurado que están preparados para hacer frente a un incremento "razonable" de la demanda, y ha insistido en la importancia de contribuir en la campaña de donaciones solidarias para garantizar su capacidad de reacción y de atender a todas las necesidades.

"En el contexto actual, lo que más debería contagiarse es la solidaridad y, por eso, reforzamos nuestro compromiso con las entidades sociales impulsando de nuevo esta campaña tan necesaria", ha afirmado el subdirector general de la Fundación "la Caixa", Marc Simón.

A raíz de la pandemia, FESBAL ha detectado que el perfil de personas que acuden se ha ampliado: ya no necesitan alimentos únicamente las personas en situación de pobreza severa, sino también familias que antes de la crisis tenían rentas medias o bajas, y parejas jóvenes que han perdido sus empleos.

En este sentido, en Cataluña, donde la demanda a los bancos de alimentos ha crecido un 30%, también un 30% de los solicitantes no habían acudido nunca antes a estas entidades.

"La demanda de alimentos ha crecido de forma desmesurada y sostenida. Los bancos de alimentos estamos haciendo un esfuerzo extraordinario para poder dar una respuesta adecuada. Necesitamos mucha ayuda porque se cuentan por cientos de miles las personas que en estos momentos se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria en Cataluña. Es imprescindible y urgente que les garanticemos el acceso a una dieta suficiente, variada y saludable", ha insistido el director de la Fundación Banc dels Aliments.

A partir de mañana 20 de abril, la ciudadanía podrá canalizar su apoyo económico a familias en situación de vulnerabilidad colaborando con la campaña Ningún Hogar Sin Alimentos, a través de la red de cajeros automáticos de CaixaBank, así como de la página web y de la aplicación móvil de la entidad o por Bizum.

El año pasado, la acción recaudó 3,4 millones de euros en el conjunto de España, con los que se consiguieron 3.600 toneladas de alimentos básicos. En Cataluña se lograron 700.000 euros, que permitieron adquirir 785 toneladas de alimentos.