Miles de personas en todo el mundo salieron a las calles a expresar su solidaridad con los palestinos y su repudio hacia los ataques israelíes en Gaza. La ola de protestas derivó en algunos casos en choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
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© REUTERS / Chris Helgren
Los europeos fueron los que más salieron a la calle, y sus países se convirtieron en el epicentro de los enfrentamientos. En diversas ciudades los antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes. Consignas como "libertad para Palestina", pancartas y banderas palestinas se dejaron oír y ver en las calles.

En Irak también hubo protestas. En su capital, Bagdad, y en otras ciudades del país. Los manifestantes quemaron banderas estadounidenses e israelíes. En las calles de Pakistán también corearon eslóganes contra Israel.

Las manifestaciones coincidieron con el Día de la Nakba (catástrofe), en el que recuerda la expulsión de más de 700.000 palestinos de sus casas y tierras tras la creación del Estado de Israel en 1948.

El conflicto palestino-israelí se agravó después de que expirase el 10 de mayo el ultimátum con el que el movimiento radical Hamás exigía a Israel retirar a sus militares y policías de la Explanada de las Mezquitas y del barrio de Sheij Jarraj. También se produjeron escenas de violentas protestas por la celebración del Día de Jerusalén — la fiesta que conmemora la reunificación de la ciudad bajo control israelí durante la guerra de 1967 — y por los planes de desahuciar a cuatro familias palestinas que residían en los territorios reclamados por los judíos.


Después de que expirase el ultimátum, Hamás y otra facción radical, Yihad Islámica — proscrita en Rusia — , empezaron a lanzar cohetes hacia Israel. Buena parte de los casi 2.900 proyectiles disparados hasta el 16 de mayo fueron interceptados por el sistema antiaéreo Cúpula de Hierro, y unos 450 cayeron en la Franja de Gaza. Pero algunos impactaron en territorio israelí y mataron a 10 personas.

Los bombardeos de la aviación y de la artillería israelíes lanzados como represalia provocaron al menos 150 muertos y más de 1.000 heridos, según el Ministerio de Salud de Palestina.