El presidente Joe Biden visitó el domingo, 29 de agosto, la sede de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, FEMA, por sus siglas en inglés, en Washington para una sesión informativa sobre el huracán Ida, que llegó a las costas de Luisiana ese mismo día, según informa la Casa Blanca.
Luisiana flooding
© REUTERS / MICHAEL DEMOCKER
El presidente estadounidense advierte que el huracán Ida pone en peligro la vida y podría provocar una inmensa devastación marcada por cortes de energía que podrían durar semanas para los residentes cercanos a la costa estadounidense del golfo de México.

Ida, una tormenta de categoría 4 y una de las más poderosas que ha azotado el territorio continental de EEUU en años, pone en alerta la costa de Luisiana mientras el estado lidia con una oleada de COVID-19 que ya está afectando a los hospitales.

El huracán Ida tocó tierra en Port Fourchon, Luisiana, azotando la infraestructura petrolera estadounidense con vientos de hasta 240 kilómetros por hora.

El Louisiana Offshore Oil Port (LOOP), la terminal de crudo de propiedad privada más grande de Estados Unidos se vio obligada a detener sus entregas antes de la tormenta, después de que los pronósticos indicaran posibles impactos en sus áreas operativas.

La terminal marina LOOP se encuentra en aguas abiertas, a unos 29 kilómetros de las costas de Luisiana y Port Fourchon es su base terrestre. El puerto de Luisiana gestiona cerca del 10%-15% del petróleo nacional del país, el 10%-15% de las importaciones de crudo extranjero y es la única terminal de aguas profundas de Estados Unidos capaz de descargar superpetroleros. Presta servicio al 90% de la producción petrolera en aguas profundas del golfo de México.

Biden se detuvo en FEMA al regresar a Washington desde la Base de la Fuerza Aérea de Dover, donde asistió al regreso de los restos de 13 soldados estadounidenses muertos en el bombardeo de la semana pasada frente al aeropuerto de Kabul.