Un grupo de científicos de la Universidad de Kioto (Japón) , ha llevado a cabo un experimento pionero, consistente en la obtención de espermatozoides a partir de las células madre de un ratón, y en la fecundación con ellos de un óvulo donado que dio lugar a descendencia sana.

De las células epidérmicas de un ratón macho incapaz de reproducirse, los investigadores obtuvieron células madre pluripotentes inducidas (iPS según sus siglas en inglés),semejantes a las células madre embrionarias, a partir de las cuales se pueden formar células de varios tejidos y órganos.

De estas células madre obtuvieron después células primordiales germinales (PGC), de las que luego se forman los espermatozoides y los óvulos. Estas PGC
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fueron implantadas en los testículos del macho ratón infértil, y al cabo de 10 semanas extrajeron esperma que resultó que era fértil.

El experimento, dirigido por el profesor Mitinori Saitou, podría constituir un paso significativo en la búsqueda de soluciones efectivas para los problemas graves de infertilidad en humanos. Desde un punto de vista teórico, la creación de células primordiales, que pueden convertirse tanto en espermatozoides como en óvulos, podría ayudar a procrear con la implicación de una sola persona.

En 2006 las células pluripotentes estaminales no embrionarias, las denominadas células madre pluripotentes inducidas (IPS), fueron obtenidas por primera vez por el profesor de la Universidad de Kioto, Sinya Yamanaka. Los científicos aprendieron a crear una célula madre a través de una célula de la piel humana, resolviendo asimismo el problema ético asociado al uso de las células de embriones humanos.

Con anterioridad los científicos han logrado crear células del músculo cardíaco, el intestino, el páncreas, la retina, la piel, así como de células nerviosas. El mayor obstáculo para la generalización de este método en medicina es que las nuevas células todavía pueden ser cancerígenas.