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Científicos estadounidenses encontraron que las especies que se ejercitan más aeróbicamente favorecen el desarrollo del tamaño cerebral

Un estudio publicado en la revista científica PLoS ONE reveló que el tamaño del cerebro de los mamíferos puede haber evolucionado junto con el aumento de la capacidad para ejercitarse y no sólo en respuesta a la selección natural de habilidades cognitivas superiores.

Los mamíferos, señala el reporte, tienen cerebros más grandes que los animales no mamíferos del mismo tamaño corporal; por su parte los primates tienen cerebros más grandes que los mamíferos no primates del mismo tamaño corporal; y finalmente los seres humanos tienen cerebros más grandes que los primates no humanos del mismo tamaño.

Los antropólogos David A. Raichlen de la Universidad de Arizona y Adam D. Gordon de la Universidad de Albany intentaron explicar por qué los humanos y otros primates tienen cerebros relativamente grandes en comparación con otras especies animales.

Las teorías que ofrecen incluyen la necesidad de una mayor capacidad cognitiva para procesar información visual, y una mayor capacidad para gestionar las complejas interacciones sociales en grupos grandes.

Pero las investigaciones anteriores en estudios experimentales han demostrado que los ejercicios de resistencia aumentan el crecimiento del cerebro en algunos mamíferos.

Tras varios ejercicios los especialistas encontraron una correlación entre el tamaño del cerebro y una métrica conocida como la Tasa Metabólica Máxima (MMR, por sus siglas en inglés), que es la medición de los límites de la frecuencia de ejercicio aeróbico y la capacidad.

"Lo que hemos descubierto", dijo Gordon, "es que entre las especies de mamíferos parientes lejanos, los que tienen la capacidad relativamente alta para el ejercicio de resistencia tienen un cerebro más grande, mientras que aquellos con capacidades relativamente bajas para los ejercicios de resistencia tienen un cerebro relativamente pequeño. Esto sugiere que el fenómeno observado en los entornos de laboratorio de experimentación puede trabajar en una escala de tiempo evolutivo también".

El siguiente paso, dicen los investigadores, es poner a prueba la relación cerebro-ejercicio en los primates, incluidos los seres humanos, y determinar el mecanismo subyacente que propicia el crecimiento del cerebro.