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Las protestas por el encarecimiento del costo de vida en Israel volvieron a copar hoy las calles de Tel Aviv, con la novedad de que a los jóvenes y personas de mediana edad que se manifiestan desde hace un mes se unieron cientos de jubilados.

Los ancianos desfilaron por las calles de la ciudad para exigir una actualización de sus ingresos y un recorte en los costos farmacéuticos y de artículos de primera necesidad.

Las jubilaciones más bajas en Israel son de 410 dólares mensuales, el menor nivel de toda el área de los países de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa.

La disponibilidad para el diálogo declarada ayer por el primer ministro Benjamin Netanyahu, que prometió crear una comisión especial de ministros y economistas encargada de analizar las reivindicaciones populares en un plazo de un mes, no alcanzó para detener las protestas, aunque no fue rechazada por los organizadores de las marchas.

Además, hoy la Knesset, el Parlamento israelí, decidio interrumpir la pausa estival para convocar a una sesión extraordinaria sobre el tema en unos días.

Asimismo, el Ministerio de Finanzas confirmó hoy un nuevo incremento de las tarifas eléctricas en un 10 por ciento, lo que fue rechazado por los "indignados" israelíes.

El gobierno, empero, subrayó que el aumento esperado en la electricidad era del doble.