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La semana pasada las potencias centrales no pudieron evitar una "semana negra" de los mercados financieros globales tras la histórica degradación de la deuda de EEUU. En tanto la OCDE advirtió sobre una desaceleración de la economía mundial. El organismo pronosticó desaceleraciones en EEUU, Rusia, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, mientras que entre las economías en desarrollo, los indicadores apuntan a desaceleraciones en Brasil, China e India. El domingo, Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, se sumó más incertidumbre y temor advirtiendo que las economías y los mercados internacionales afrontan una "nueva zona de peligro" por la pérdida de la confianza en el "liderazgo económico de países claves".

La semana pasada Wall Street sufrió su peor caída desde 2008 y el impacto se contagió por el planeta.principalmente en los mercados financieros de América Latina

La baja de la calificación de la deuda de EE.UU. el viernes y las cada vez más crecientes señales sobre un nuevo proceso recesivo en la economía mundial hicieron derrumbaron los mercados globales.

Pese a la movilización de gobiernos y autoridades financieras para contener el pánico, el temor a una nueva recesión global y el nerviosismo de los inversores ante la rebaja crediticia de EEUU de AAA a AA+ por la agencia Standard & Poor's (S&P), el viernes pasado, hizo que se desplomaran las bolsas del mundo entero.

El domingo, en una entrevista concedida al diario australiano Weekend Australian , el presidente del Banco Mundial aseguró que los problemas de deuda soberana en la Eurozona son más inquietantes que los problemas "a mediano y largo plazo" responsables de la degradación de la calificación crediticia de EEUU.

La semana pasada se desató un movimiento de pánico en las bolsas del mundo entero, con caídas históricas que promediaron el 5% en Europa y Wall Street, en especial el lunes y el miércoles, con cierta recuperación el viernes.

"Estamos en los primeros momentos de una tormenta nueva y diferente, no es igual que en 2008", cuando estalló la crisis financiera, alertó el titular del BM. Ahora los gobiernos tienen menos "margen de maniobra" para estimular la economía, estimó.

"La mayoría de los países desarrollados agotaron su margen fiscal y su política monetaria alacanzó la máxima flexibilidad posible", declaró.

"En las últimas dos semanas, el mundo pasó de una dificultosa recuperación a varias velocidades, con los países emergentes y algunas economías como Australia creciendo bien y los países desarrollados con problemas, a una fase nueva y más peligrosa", subrayó en la entrevista.

En cuanto a los problemas de deuda en la Eurozona, las decisiones tomadas hasta ahora por los políticos "se quedan cortas respecto a lo que se necesita", interpretó. "La lección de 2008 es que cuanto más tarde se actúa, más hay que hacer", afirmó, y se preguntó si los países europeos en dificultades "podrán superar en algún momento los problemas que los azotan".

El domingo, en un discurso ante la Asia Society en Sidney (Australia), Zoellick aseguró que EE.UU. contribuyó a la pérdida de confianza de los inversores en los mercados con el agrio debate que vivió el Congreso de ese país en julio para evitar una suspensión de pagos.

Los legisladores finalmente aprobaron una ley a último momento para aumentar el techo del endeudamiento y evitaron que la mayor economía del planeta entrara en default a comienzos de agosto. Pero fue luego de una furiosa batalla que obligó al presidente Barack Obama a ceder a varios reclamos de la oposición republicana.

"Francamente, los mercados están acostumbrados a que Estados Unidos juegue un papel principal en el sistema y liderazgo económico", dijo. Aunque aclaró: "No es que Estados Unidos se enfrente a un problema inminente".

El presidente del BM afirmó que una convergencia de situaciones en EE.UU. y Europa puso nerviosos a los inversores en países afectados por la deuda soberana de la Eurozona y la alta tasa de desempleo.

"Lo que hemos visto es que la confianza es un frágil elemento de cómo funciona el mercado financiero", explicó Zoellick. "Creo que estas situaciones combinadas con otras fragilidades nos ha llevado a una nueva zona de peligro. Y no pronuncio estas palabras a la ligera", reiteró.

El funcionario manifestó su deseo de que los políticos se tomen en serio la actual situación económica, y llamó a adoptar acciones para devolver la confianza de "los empresarios y los consumidores".

Por otro lado, Zoellick calificó los mercados emergentes como una oportunidad de crecimiento .

"Alrededor de la mitad del crecimiento se debe a los mercados emergentes", cuando en la década de 1990 esta proporción era solamente de un 20%.

Con respecto a China, Zoellick consideró que la tasa de inflación registrada en julio en ese país, de 6,5%, la mayor subida de precios en 37 meses, probablemente haya motivado una apreciación del yuan. Y alertó que si la inflación china alcanza un 9 o un 10%, podría causar problemas de liderazgo en el gigante asiático.

El peligro de recesión acechante

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La mayoría de las principales economías del mundo se encaminan hacia un período de menor crecimiento y cada vez es más probable que EEUU comparta ese destino, según los indicadores adelantados compuestos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El organismo con sede en París dijo el lunes que su indicador adelantado de actividad económica en sus 34 miembros bajó en junio al nivel de 102,2 frente a 102,5 en mayo, lo que sugiere que el crecimiento económico probablemente se desacelerará.

"Los indicadores adelantados compuestos... siguen apuntando a una desaceleración de la actividad en la mayoría de países de la OCDE y en grandes economías que no pertenecen a este grupo", dijo la OCDE.

Entre las economías desarrolladas, la OCDE señaló que sus indicadores apuntan a desaceleraciones en Canadá, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, mientras que entre las economías en desarrollo, los indicadores apuntan a desaceleraciones en Brasil, China e India.

La OCDE dijo también que los indicadores apuntan cada vez más a desaceleraciones en Estados Unidos, Japón y Rusia.

El indicador adelantado para Estados Unidos bajó en junio a 103,1 desde 103,3, tras permanecer estable en mayo. En cuanto a Japón, el indicador adelantado cayó en junio a 103,6 desde 103,8.

Los indicadores de la OCDE están diseñados para dar señales tempranas de cambios de tendencia entre la aceleración y la desaceleración de la actividad económica y se basan en una amplia variedad de series de datos con historial de dar pistas sobre la actividad económica.