Fuerte crítica a la policía y a sus políticos

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Los vecinos del barrio londinense de Tottenham se han echado a las calles en una manifestación, justo una semana después de que se produjeran los disturbios que han terminado con más de 1.600 detenidos en todo el país. Han dejado claro que la violencia no es el medio para llegar a nada y menos a lo que ellos piden: una revolución.

En una de las reuniones previas para establecer las líneas de actuación de los vecinos de esta zona, uno de los organizadores ya explicaba algunas de sus quejas: "Los políticos no nos representan y de hecho, sólo nos están haciendo caso porque se han extendido las protestas, si no, no harían nada", aclara. Sus quejas no son sólo económicas, de cohesión social, de recortes de prestaciones sociales que pueden expulsar del sistema todavía más a un barrio deprimido. Sus quejas son también de representación y de pertenencia a un sistema del que no se sienten parte la mayoría del tiempo.

"No defendemos la violencia con la que ha actuado alguna gente pero han dado la imagen de que todos nuestros jóvenes son criminales, violentos y vándalos y no es así. Lo único que les asusta es perder el control de su sociedad, por eso, la única solución para ellos es más control y más policía", recrimina otro de los participantes.En todo el discurso hay un "ellos" del que ninguno de los vecinos que ha acudido al centro social para intentar planificar una estrategia de lucha pacífica forma parte. "Ellos nos estigmatizan", "ellos obligan a nuestros jóvenes a identificarse varias veces al día por la calle", "ellos han provocado una crisis que no vamos a pagar nosotros".

Pero la marcha que se celebró también quiere reclamar justicia por la muerte de Mark Duggan, el joven negro que falleció hace nueve días en un enfrentamiento con la justicia. Todavía no se ha conocido el informe completo sobre su muerte aunque ya se sabe que recibió un tiro en el pecho de la pistola de un agente y que la suya no fue disparada. Precisamente, en el mismo sitio, el corazón del barrio de Tottenham, y casi a la misma hora, una protesta pacífica, como la que hoy han convocado los vecinos, terminó con incendios, saqueos y una noche de disturbios en Tottenham, después de que un grupo de jóvenes tomaran el 'relevo' a los que pedían a las autoridades británicas justicia por esta muerte.

David Cameron prometió el pasado jueves en el Parlamento, que las autoridades van a llegar hasta el final para conocer qué ocurrió el día que murió Duggan, pero también pidió que no se utilicen estos actos como excusa para saquear y destruir todo lo que se encuentre por delante.

Nadie quiere olvidar a Duggan pero las protestas de estos 'indignados' con el sistema y con la policía van más allá de una muerte. En los carteles que anuncian la reunión se puede leer: 'Justicia para Mark Duggan ahora. De la revuelta a la revolución', toda una declaración de intenciones.

'Yo amo Peckham'

No es la única manifestación vecinal para, además de condenar los disturbios que han destrozado parte del barrio, dejar visibles las carencias e injusticias que sufren sus habitantes. En el barrio de Peckham, varias millas al sur de Tottenham, donde también se sufrieron algunos días de incidentes, los vecinos han querido que un enorme cartel en la calle sirva de mensajero de sus denuncias y de receptor de sus sentimientos. Bajo el título, 'I love Peckham' (Yo amo Peckham), cualquiera puede coger un post-it de colores y decir todo lo que tenga que decirle a su barrio y a su gente.