La sequía afecta gravemente la región como consecuencia de la continuidad del fenómeno La Niña y las escasas precipitaciones. Mientras que Argentina atraviesa uno de los años más secos, Paraguay pierde cultivos y Uruguay extiende una emergencia agropecuaria.
Cattle drought
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Argentina atraviesa uno de los años más secos de su historia que afecta principalmente en la región de La Pampa del país. Si bien este fenómeno ha afectado en el país durante los últimos tres años, se trata de la sequía más grande desde 2008.

De acuerdo a los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) la gravedad de este evento responde a diversos factores: la persistencia del fenómeno La Niña, la ausencia de lluvias, la bajante del río Paraná y el impacto que está teniendo el calentamiento global.

Las condiciones climáticas impactaron directamente en la producción agrícola. Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la cosecha de trigo se reducirá al 50%, lo que podría convertirla en la peor cosecha de los últimos años.

El propio ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó que las pérdidas totales por la sequía podrían alcanzar hasta 2.900 millones de dólares.

Situaciones similares viven los países vecinos. El Gobierno uruguayo extendió hasta el mes de abril una emergencia agropecuaria que permite liberar fondos para ofrecer apoyo a productores de los sectores agricultura, avicultura, forestal, fruticultura, ganadero, la horticultura y el lechero, afectados por el déficit hídrico.

El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) indicó que todo el país se encuentra bajo condición de sequía desde mediados de octubre de 2022 y se mantendrá durante las primeras semanas de 2023. El organismo advirtió que el 20% del territorio sufre una sequía "extrema" mientras otro 43% atraviesa una sequía "severa".

Las zonas más afectadas en el país son en el centro y el litoral norte y especialmente a productores ganaderos y lecheros que, según lamentó el propio Gobierno uruguayo, "incurren en enormes costos para mantener la producción".

Para el Ministro de Ganadería uruguayo, Fernando Mattos, los informes meteorológicos oficiales no son nada alentadores. El ministro pronosticó que el país tendrá una "disminución productiva" aunque descartó que se esté pensando en importar alimentos.

En la misma línea, Paraguay fue duramente golpeado por la sequía y sus cultivos sufrieron las consecuencias. La mandioca, ampliamente consumida en el país latinoamericano, disminuyó su producción.

Además, Paraguay bajó al menos dos lugares en el ranking de exportadores de soja y pasó de ser el cuarto, al sexto exportador y de ser el sexto, al octavo productor según consignó el medio La Nación, que agregó que la retracción de la producción y exportación, impactó negativamente en la economía nacional.