La caída de un rayo cerca de Naseby (Otago), que causó la muerte de una docena de ovejas y corderos, ha dado lugar a un aleccionador recordatorio para permanecer en el interior durante las tormentas eléctricas.
Phil Smith, ganadero de Maniototo, explica que cinco ovejas y siete corderos estaban cobijados bajo un árbol de su propiedad cuando éste fue alcanzado por un rayo el 6 de enero, causándoles la muerte en el acto.
Dijo que había oído hablar de ello en otras granjas de Nueva Zelanda, pero que era la primera vez que lo veía en la suya.
"Los primeros días no supe que había ocurrido. Sólo me avisó mi vecina. Paseaba a sus perros por el camino, se los encontró y me llamó.
"No te gusta que muera ningún animal, pero ¿qué puedes hacer? Ha ocurrido y hay que asumirlo y seguir adelante".
Las fotos de las ovejas muertas alrededor del árbol se publicaron en las redes sociales. Se pueden ver dos grandes cicatrices en el tronco del árbol como testimonio de la fuerza del rayo.

Marcas en un árbol donde murieron una docena de ovejas refugiadas el 6 de enero de 2023.
"Horripilante y asombroso a la vez", dijo una persona.
Según las estadísticas, los rayos caen en Nueva Zelanda unas 190.000 veces al año, y las probabilidades de ser alcanzado por ellos son de una entre 280.000, menos que en la mayoría de los demás países.
Lewis Ferris, meteorólogo del MetService, explicó que sólo los días 5 y 6 de enero cayeron cerca de 670 rayos en Otago y Southland.
"Los días 5 y 6 de enero fueron bastante activos, y en lo que va de año ha habido 1272 rayos alrededor de Otago y Southland".
Dijo que los rayos generalmente ocurrían en verano, cuando la convección diurna era más probable.
Fuente: Otago Daily Times