Los veinteañeros tienen más probabilidades que las veinteañeras de estar románticamente desvinculados, sexualmente inactivos, sin amigos y solos. Están a la vanguardia de una epidemia de declive del matrimonio, la sexualidad y las relaciones que afecta a toda la juventud estadounidense.
"Estamos en una crisis de conexión", afirma Niobe Way, profesora de psicología y fundadora del Proyecto para el Avance de Nuestra Humanidad Común de la Universidad de Nueva York. "Desconexión de nosotros mismos y desconexión de los demás. Y está empeorando".
En el peor de los casos, la desconexión social del joven estadounidense puede tener consecuencias trágicas. Los hombres jóvenes se suicidan cuatro veces más que las mujeres jóvenes. Los hombres jóvenes son responsables en gran medida del aumento de los tiroteos masivos, una tendencia que algunos investigadores relacionan con su creciente aislamiento social.
Los cambios sociales iniciados en los años de Eisenhower han erosionado el patriarcado que antaño gobernaba el hogar, el aula y el lugar de trabajo en Estados Unidos. Las mujeres obtienen ahora casi el 60% de las licenciaturas. Los hombres siguen ganando más, pero entre los adultos más jóvenes, la diferencia de ingresos se ha reducido a 43 dólares semanales.
Los estudiosos afirman que la nueva era de paridad de género ha reconfigurado la dinámica de las relaciones, empoderando a la mujer joven y, en muchos casos, eliminando al hombre joven de la ecuación.
"Las mujeres no necesitan mantener relaciones largas. No necesitan estar casadas. Prefieren ir a almorzar con amigas que tener una cita horrible", dice Greg Matos, psicólogo de pareja y familia en Los Ángeles, que recientemente escribió un artículo viral titulado "Qué hay detrás del auge de los hombres solteros y solitarios".
En los últimos años se ha producido un aumento histórico de estadounidenses "sin pareja", sobre todo entre los jóvenes. La pandemia ha empeorado las cosas.
En 2022, según el Pew Research Center, el 30% de los adultos estadounidenses no estarán casados, ni vivirán en pareja, ni mantendrán una relación estable. Casi la mitad de los adultos jóvenes son solteros: el 34% de las mujeres y la friolera del 63% de los hombres.
No sorprende que el declive de las relaciones vaya acompañado de un declive de las relaciones sexuales. El porcentaje de estadounidenses sexualmente activos se sitúa en el nivel más bajo de los últimos 30 años. Alrededor del 30 por ciento de hombres jóvenes informaron en 2019 que no tuvieron sexo en el último año, en comparación con alrededor del 20 por ciento de mujeres jóvenes.
Solo la mitad de los hombres solteros busca activamente relaciones o incluso citas casuales, según Pew. Esa cifra está disminuyendo.
"Hay que pensar que la pandemia ha influido en algunas de estas cifras", afirma Fred Rabinowitz, psicólogo y profesor de la Universidad de Redlands, que estudia la masculinidad.
Los hombres jóvenes "están viendo muchas redes sociales, mucho porno, y creo que están satisfaciendo muchas de sus necesidades sin tener que salir. Y creo que eso está empezando a ser un hábito".
Incluso los investigadores más experimentados tienen dificultades para explicar por completo la diferencia de relaciones entre hombres y mujeres jóvenes: si el número de jóvenes solteros es casi dos veces superior al de jóvenes solteras, ¿con quién están saliendo todas las mujeres jóvenes?
Algunas salen entre ellas. Una quinta parte de la Generación Z se identifica como homosexual, y las investigaciones sugieren que las mujeres bisexuales constituyen una gran parte de la comunidad homosexual de jóvenes adultos.
Las mujeres jóvenes también salen con hombres algo mayores y se casan con ellos, siguiendo una tradición que se remonta a más de un siglo. La edad media del primer matrimonio ronda los 30 años en el caso de los hombres y los 28 en el de las mujeres, según datos del censo.
Las mujeres heterosexuales son cada vez más exigentes. Las mujeres "no quieren casarse a la baja", formar una relación duradera con un hombre con menos estudios e ingresos que ellas, afirma Ronald Levant, profesor emérito de psicología de la Universidad de Akron y autor de varios libros sobre masculinidad.
En generaciones anteriores, las jóvenes entraban en la edad adulta en una sociedad que esperaba que encontraran un hombre económicamente estable que las mantuviera durante décadas de matrimonio y maternidad. En las décadas de 1950 y 1960, ese modelo se fue rompiendo gradualmente, y hoy prácticamente ha desaparecido.
Las mujeres están cansadas de su papel estereotipado de terapeutas a tiempo completo de hombres emocionalmente distantes. Quieren un compañero emocionalmente abierto y empático, lo contrario del viejo ideal masculino.
Comentario: aquí viene... por qué todo esto es culpa de los hombres.
"Hoy en día, en Estados Unidos, las mujeres esperan más de los hombres", dice Levant, "y, por desgracia, muchos hombres no tienen más que dar".
Las mismas carencias emocionales que perjudican a los hombres en las citas les impiden entablar amistades significativas. El 15% de los hombres afirma no tener amistades íntimas, un porcentaje cinco veces mayor que en 1990, según una investigación del Survey Center on American Life.
"Los hombres son menos propensos a relacionarse por naturaleza que las mujeres", afirma Richard Reeves, investigador de la Brookings Institution, cuyo nuevo libro, "De niños y hombres", ha recibido numerosos elogios.
Reeves señala una reciente escena de Saturday Night Live en la que se reimaginaba el parque para perros del barrio como un "parque para hombres", burlándose de "esta dependencia de los hombres de las mujeres para que hagan el trabajo emocional por ellos".
Comentario: quizá burlarse de los hombres por sus deficiencias estereotipadas no tenga el efecto que ellos creen. Tal vez el "puño arriba" del humor sea en realidad un "puño abajo", dados los datos citados aquí.
Los círculos sociales se han ido reduciendo para hombres y mujeres, especialmente desde la pandemia, pero los hombres luchan más. Hace treinta años, el 55% de los hombres declaraba tener seis o más amigos íntimos. En 2021, ese porcentaje se había reducido al 27%.
"Las mujeres entablan amistades emocionalmente íntimas, mientras que los hombres no", explica Levant. Las mujeres jóvenes "puede que no salgan con nadie, pero tienen amigas con las que pasan tiempo y de las que obtienen apoyo emocional".
Aaron Karo y Matt Ritter, ambos cuarentones, estudian la "recesión de la amistad" masculina en su podcast "El hombre del año". Surgió de una tradición anual de reunirse en un asador con varios amigos varones, todos unidos desde la escuela primaria.
"A los chicos se les enseña a dar prioridad a la carrera profesional", explica Karo. "También las relaciones románticas, aunque no parece que lo estén haciendo muy bien. Hacer amigos y mantenerlos parece ser una prioridad menor. Y cuando los chicos se hacen mayores, de repente se dan cuenta de que no tienen amigos".
Los podcasters y sus amigos crearon la reunión anual como forma de mantener viva su amistad. De ahí surgió un chat de grupo durante todo el año y un trofeo al "Hombre del año", que se entrega al amigo que más lo merezca en la cena anual.
"Tratamos la amistad como un lujo, especialmente los hombres", afirma Ritter. "Es una necesidad".
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