La pareja de pakistaníes se separó al mes de casados, pero el hombre no quiso reconocer el matrimonio para no pagar la manutención de la niña.
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La Justicia pakistaní ha condenado a 80 latigazos a un hombre por acusar falsamente a su exesposa de adulterio y no reconocer a su propia hija. "Queda totalmente claro que el acusado es un mentiroso y fabricó la acusación", dictaminó un juez de Karachi.

Fareed Qadir se casó en febrero de 2015 y tras un mes de vida matrimonial la pareja se separó, pero la mujer dio a luz en diciembre de 2015, recoge Dawn. El exesposo, sin embargo, no quería pagar la manutención de su hija recién nacida ni acoger a ambas en su casa. Fue entonces cuando la mujer acudió al tribunal, que falló a su favor y obligó a Qadir a mantenerlas tanto a ella como a su hija.

Por su parte, el hombre presentó dos solicitudes, donde insistía en que se le realizara una prueba de ADN a la niña y negaba su paternidad, acusando a la mujer de adulterio. Pese a que posteriormente retiró ambas denuncias, la mujer exigió justicia y consecuencias legales para su exmarido por las graves acusaciones que había formulado en su contra.

Durante el litigio, Qadir aseguró que luego de contraer matrimonio solo había vivido con su exmujer seis horas, después de lo cual ella se había ido y nunca había regresado, aunque no hubo testigos que lo pudieran corroborar ni evidencia alguna.

Ahora, el pakistaní permanece en libertad bajo fianza de 100.000 rupias (360 dólares) y deberá comparecer en la fecha designada para recibir los latigazos. Según la fiscal Saira Bano, entrevistada por Dawn, es la primera vez en los 14 años que lleva en la esfera legal que se dicta una sentencia de este tipo y la primera en décadas que, de ser confirmada por el tribunal de apelación, supondría un castigo físico.