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El éxodo de los civiles de Sirte, ciudad natal de Muamar el Gadafi, proseguía hoy, pues al menos 2.000 personas se registraron en los puestos de control, mientras los opositores seguían avanzando en esa localidad por el sur y el oeste.

Así lo reportaron testigos, que aseguraron a su vez que todos los días son decenas de familias las que se van ante la perspectiva de conquista por parte de los opositores de la ciudad de 130.000 habitantes y uno de los últimos bastiones leales a Gadafi.

"Hay bombardeos constantes, también de la OTAN. Los lealistas colocan sus armas pesadas cerca de las casas y así nosotros nos volvemos objetivos", contó un hombre.

Otro testigo, que regresó a Sirte para recoger a su familia, dijo que "muchos querrían irse pero no hay suficiente gasolina. En los hospitales no hay prácticamente más oxígeno ni material médico. El personal se redujo al mínimo".