Traducido por el equipo de SOTT.net

¿Empiezas a ver un patrón?
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Primero fue la introducción del género fluido y la ideología LGBT en las escuelas públicas, luego las actuaciones sexualizadas de travestidos para niños, después los activistas de izquierdas exigieron que a los pedófilos se les llamara "MAPS" (Personas Atraídas por Menores) porque "no pueden evitar por quién se sienten atraídos".

Después, California aprobó una ley que reduce los cargos para los adultos que mantengan relaciones sexuales con menores.

Ahora, el Parlamento alemán ha remitido un proyecto de ley que convierte la posesión y distribución de pornografía infantil en un delito menor en lugar de uno grave, reduciendo/disminuyendo en gran medida las posibles penas.

Las autoridades alemanas afirman que la nueva ley pretende resolver las incoherencias de las leyes anteriores sobre pornografía infantil, que a veces se aplican a gente que "recibe imágenes o vídeos mediante correo electrónico o redes sociales sin su permiso". También citaron casos en los que dos menores intercambiaron imágenes y fueron acusados de creación o posesión de pornografía infantil.

Los detractores del proyecto de ley sostienen que el gobierno alemán podría haber hecho fácilmente ajustes legales para esas excepciones concretas a fin de evitar que se encarcele injustamente a personas inocentes. En lugar de ello, intenta introducir cambios radicales que reclasifican el delito y otorgan mayor protección jurídica a toda una serie de depredadores de menores. La nueva ley no hace excepciones para los delincuentes adultos.

Según el Bundestag, el proyecto de ley estipula:
"La posesión y adquisición deben castigarse con una pena mínima de tres meses de prisión, la distribución con una pena mínima de seis meses de prisión y la distribución con una pena mínima de seis meses de prisión. Por tanto, las infracciones reguladas en el artículo 184b del Código Penal están tipificadas como faltas y no como delitos".
Hay que tener en cuenta que la tipificación penal de la posesión de material sexual relacionado con menores ha variado varias veces en Alemania, aplicándose la categoría de delito grave más recientemente, en 2021. En otras palabras, el gobierno alemán decidió tras sólo tres años que castigar a pedófilos con penas de prisión más largas no era justo.

La medida ya ha sido celebrada por un grupo activista propedófilo alemán conocido como Krumme-13, o simplemente K13. El grupo activista ha sido descrito como una organización de "autoayuda" para "pedosexuales". En una entrada de blog escrita por su fundador y fechada el 17 de mayo, el K13 lamenta que "ningún político de cualquier facción haya pedido disculpas a los miles y miles de afectados que fueron víctimas de la ley de 2021, que había tipificado como delito grave la posesión de material de abuso sexual infantil".
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En 2019, el Bundestag alemán aceptó una petición que esbozaba los "derechos de los niños" y que fue redactada por el Krumme-13. El grupo de presión abogaba por rebajar la edad de consentimiento a los 12 años y legalizar la pornografía infantil. Anunciaron en su página web que una resolución elaborada por el fundador del grupo, Dieter Gieseking, había logrado suficientes votos para ser añadida a la Constitución, o Ley Fundamental.

La petición de Gieseking modifica el artículo 6 de la Ley Fundamental para añadir declaraciones relativas a los derechos del niño, y afirma que "los niños deben ser considerados sujetos de derecho con derechos propios". El artículo II de la petición incluye el "derecho a la autodeterminación sexual". En otras palabras, el grupo solicitó al gobierno alemán que concediera a los niños la condición de adultos legales (lo que los convertiría en presa fácil para pedófilos), y parece que el gobierno se lo está tomando en serio.

Más allá de la inclinación natural de todas las personas morales a sentir repugnancia inherente por quienes fetichizan a los niños, más allá del hecho de que los pedófilos han sido considerados durante mucho tiempo parásitos peligrosos y maliciosos que deben ser eliminados de la sociedad, el argumento jurídico de fondo es el del consentimiento. Es un argumento que los grupos activistas de izquierda y los partidos políticos siguen ignorando.

Los niños no pueden consentir. No son lo suficientemente maduros mental y emocionalmente como para ser capaces de dar su consentimiento con conocimiento de causa, lo que significa que pueden ser fácilmente objeto de explotación si no están protegidos por la ley y por sus padres.

El hecho de que este sea un debate que estamos teniendo en 2024 es alucinante hasta que reconoces qué tipo de personas tenemos al acecho en los pasillos del poder. No es difícil ver la puntilla que se está dando hoy en día, con la eventual jugada final siendo la legalización total del abuso sexual infantil en nombre de la "inclusión".