Hasta ahora, los gobiernos de Reino Unido, Suecia, Finlandia, los países bálticos, los Países Bajos, Polonia, la República Checa, Canadá y otros países han dicho que no tienen ningún problema con que Ucrania utilice sus armas para atacar dentro de territorio de Rusia. El martes, Francia y Alemania también estuvieron de acuerdo, pero con ciertas salvedades, especialmente en el caso de Berlín.
Emmanuel Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz
© Europa PressEmmanuel Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz
Si se confirma oficialmente el cambio de postura del ejecutivo alemán, será un paso de enorme magnitud en el desarrollo de la guerra en Ucrania y en los potenciales peligros de una decisión así. Algunos medios como Politico, aseguran que el canciller alemán, Olaf Scholz, apoya ahora la idea de permitir que Ucrania utilice armas occidentales para neutralizar en territorio ruso ataques dirigidos contra Ucrania. Hasta hace unos meses, la máxima de todos los países occidentales era precaución y evitar una escalada con Rusia que pudiera derivar en un conflicto más grande entre Moscú los países de la OTAN.

El jefe de gobierno germano habría cambiado de postura en los últimos días convencido por el presidente Emmanuel Macron. El 28 de mayo, la Cancillería alemana afirmó que no veía ninguna razón para ampliar el área de cobertura de las armas occidentales en el conflicto ucraniano. Recordó que existen "reglas claras para el suministro de armas alemanas a Kiev que han sido acordadas con Ucrania y que funcionan". Scholz calificó el objetivo de su política respecto al conflicto militar en Ucrania como "evitar que se convierta en una guerra muy grande".

Alemania se encontraba hasta ahora en el grupo de países que no ven con buenos ojos que ese material militar sea empleado contra Rusia. En ese grupo también están Estados Unidos, España, Italia, Bélgica o Hungría, que muestran su oposición férrea por el riesgo de que Moscú pueda interpretarlo como una señal más hacia la confrontación directa. El presidente francés Emmanuel Macron, por el contrario, es partidario de que las armas francesas suministradas a Ucrania se pueden usar para lanzar ataques dentro de Rusia.

Al parecer, Macron fue quien convenció a Scholz de permitir que armas occidentales atacaran bases militares rusas en territorio ruso. Según Politico, Macron dijo que Ucrania podría "neutralizar" objetivos en Rusia "desde donde se disparan los misiles, pero no otros objetivos civiles o militares". Scholz, por su parte, afirmó que Ucrania puede utilizar las armas proporcionadas "dentro del marco del derecho internacional", lo que abre la puerta al uso de armas donadas en Rusia, pero también mantiene al Kremlin en vilo.