© Illustration in Le Chevalier errant, by Thomas III, Marquis of SaluzzoLa boca del infierno (Biblioteca Nacional de Francia, Français 12559, pág. 192, hacia 1403-1404).
La cábala satánica conocida como "políticos" que se encarama sobre las poblaciones de Occidente ha descubierto el gozo de hablar de guerra, y no puede comenzar la Tercera Guerra Mundial lo bastante rápido. Pero, ¿por qué este repentino empuje? Incluso los líderes de países que son meras motas de tierra en el mapa (Estonia, por ejemplo) chillan con "poner a Rusia de rodillas". Claro, los políticos occidentales son perritos falderos de Washington, pero, ¿por qué este ingenuo discurso de guerra? ¿Se trata sólo de una profunda majadería (habitual en el político occidental), o hay algo más siniestro en marcha?
Utilizamos el término "satánico" a propósito. Hace tiempo sabemos que los ansiosos de poder occidentales son neomalthusianos, es decir, creen que el planeta tiene demasiada gente y tenemos que hacer algo para reducir la población. Cuanta menos gente viva en el planeta, mejor. Este es el principio rector de todos los aspectos de la vida moderna, de modo que todas las decisiones políticas, sociales e incluso culturales se guían por este principio. Sacrificar a la humanidad es el gran objetivo moral, la utopía posmoderna, en la que sólo tenemos tantas personas como necesitamos. El "nosotros", por cierto, son los ansiosos de poder. ¿Qué sentido hay en tener millones de comensales inútiles? Sacrificar a la manada es una buena gestión de la naturaleza (el planeta): la cría woke llevada al límite. Semejante maldad sólo puede ser satánica.
Y entonces llega esta guerra en Ucrania. He aquí un país que no forma parte de la UE, ni es miembro de la OTAN, pero todos los políticos occidentales se aferraron a él, porque era "existencial" de alguna manera para cada uno de ellos. Para que lugares como Canadá, Reino Unido o Nueva Zelanda estén verdaderamente seguros, Ucrania debe ganar. Si pierde, bueno, será la esclavitud y el aburrido camino al Gulag, para todo el mundo. Es realmente absurdo que estemos gobernados por semejantes imbéciles que vomitan interminables mentiras que tristemente se creen, y por lo tanto la población en general sigue eligiéndolos obedientemente (pero no divaguemos).
Toda la guerra en Ucrania, para Occidente, fue un tira y afloja de armas milagrosas que iban a "poner a Rusia de rodillas", tantas que ahora es difícil llevar la cuenta... había HIMARS, Leopards, Abrams, Patriots, Bradleys, y no olvidemos los tan cacareados 61 mil millones que iban a ser el no va más del poderío militar que iba a deshacer a Rusia de un plumazo; y por supuesto los tan esperados F-16. Para ser caritativos, no olvidemos a los diversos periodistas-estrategas de sillón que han estado empleados de forma significativa durante los últimos dos años; cualquiera que pueda juntar dos letras (o menos) da consejos sobre cómo llevar a cabo la guerra. Resulta agotador incluso analizar las interminables estrategias que se esgrimen. Cabe preguntarse si a esta gente se le paga por palabra (por cierto, es fácil reconocer a estos expertos: les encanta utilizar el término "geopolítica").
El rumor actual, la nueva arma milagrosa es el gran teatro de "permitir" a Ucrania utilizar armas suministradas por la OTAN para golpear en lo más profundo de Rusia. Los propagandistas nos dicen que hasta ahora la pobre Ucrania ha estado luchando con una mano atada a la espalda. Si tuviera las dos manos libres, Rusia estaría... bueno, de rodillas. ¿Cuán estúpidos creen estos políticos que somos en realidad? O, quizás la pregunta sea mejor de otro modo: ¿cuán estúpidos creemos que son estos políticos? ¿Cuándo ha creado Ucrania una red de satélites en el espacio que guíe y programe todos y cada uno de los misiles y aviones no tripulados que se lanzan cada día contra Rusia? ¿Cuándo ha formado Ucrania a criptógrafos expertos capaces de manejar los sistemas de guiado y de identificar los objetivos rusos que atacar? Lo último que sabemos es que los ucranianos se han esforzado mucho por aprender el inglés suficiente para hacer despegar un F16 y mantenerlo en el aire; hasta ahora ha sido misión imposible.
La respuesta breve a todas estas preguntas es: Washington. Ucrania no sería capaz de salir de una bolsa de papel si no fuera por los estadounidenses y sus diversos lacayos, como los británicos, alemanes y franceses. Realmente no tiene sentido mencionar a Italia, Polonia y todos los demás que caen bajo la rúbrica de "etc.".
Por chocante que pueda parecer a los diversos periodistas generales, es Washington quien tiene una red masiva de sofisticados satélites militares que por sí solos puede gestionar la guerra que se está librando actualmente en Ucrania, y es un gran mérito de los rusos que están luchando contra esta poderosa capacidad americana hasta paralizarla. A pesar del sofisticado artilugio letal, Washington está perdiendo la guerra, y a una escala épica. ¿Qué nos dice esto sobre "permitir" nada a Ucrania? El ciudadano privado que ahora es el coordinador de la ley marcial de Ucrania (desde que declaró que celebrar elecciones durante una "guerra" no tiene sentido) es el cabeza hueca de Washington (pero eso no es noticia).
Por lo tanto, toda esta charla sobre las vacilaciones morales de "permitir" que Ucrania ataque dentro de Rusia, de desatar esa mano y permitir que Ucrania luche más libremente, es simplemente un sinsentido ("chorrada" también funciona bien aquí, así que sentíos libres de sustituirlo). Pero da trabajo a muchos burócratas sin rostro que, de otro modo, estarían desempleados.
Y como Washington está perdiendo mucho, quiere hacernos saber a todos que ahora va a golpear a Rusia, y que debemos ocuparnos de nuestros asuntos lo mejor que podamos porque cuando Rusia responda, todos seremos daños colaterales (y eso incluirá a los muchos periodistas expertos en guerra); sólo sobrevivirán los poderosos con buenos búnkeres subterráneos.
En otras palabras, todo este discurso de guerra sobre "permitir" que Ucrania golpee a Rusia es un mensaje para todos nosotros: una gran guerra está en camino; llamadla Tercera Guerra Mundial si queréis, aunque ese término no tiene sentido, ya que la mayor parte del mundo no levantará el proverbial dedo para "proteger" a Washington y a sus lameculos, sus aduladores, comúnmente conocidos como "políticos" en Occidente. Washington ha decidido que quiere una guerra mayor con Rusia, que perderá, como ha perdido tantas otras (¿cuál es el libro más delgado jamás escrito?: Guerras ganadas por EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial).
Estados Unidos ha declarado la guerra.
¿Por qué toda la clase política occidental quiere una guerra mayor? Bueno, ¿se os ocurre una manera más fácil de sacrificar a la manada? La inyección de coágulos no funcionó muy bien con el asunto del covid para disminuir la humanidad... pero una bomba nuclear... bueno, es una cosa bastante práctica de tener para hacer ese trabajo. Por eso nadie sensato puede entender por qué "seguimos" luchando en Ucrania.
Esta próxima guerra no va a ser sobre poder, recursos o bienes raíces. Va a ser un gran proyecto neomalthusiano, en el que el verdadero enemigo somos nosotros, a los que hay que eliminar para que el planeta pueda librarse de todos los comedores inútiles. Este es el verdadero punto del discurso de guerra de nuestros inútiles políticos. Nosotros somos el verdadero enemigo.
En otras palabras, Occidente ha llegado a la fase final de su lógica woke, ahora está ansioso por matar a la mayoría de su población. Nos están llevando a la aniquilación.
Por lo tarto, ¿quién es mi enemigo?
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