La matanza excesiva de civiles sin ninguna "necesidad operativa" sólo tiene una explicación: el Estado sionista aprovecha cualquier oportunidad para derramar la sangre de tantos palestinos como sea posible.
© Reuters/Doaa RouqaUn padre besa el pie de su hijo herido mientras yace en cama en el hospital de los Mártires de Al-Aqsa tras un ataque israelí en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, 9 de junio de 2024.
Horas más tarde anunciaron que estas masacres eran una tapadera para liberar a cuatro cautivos israelíes en el campo de Nuseirat .
En el momento de la masacre, estaba visitando la gobernación central y escuché los bombardeos israelíes por todas partes. Aviones de combate F-16, helicópteros Apache, artillería y buques de guerra participaron en los bombardeos aleatorios de reuniones civiles. La gente huyó en todas direcciones, sin saber adónde ir, ya que no hay un lugar seguro en Gaza .
¿Cree realmente en el valor de la igualdad humana la parte del mundo que apoya al régimen colonial sionista? ¿Creen que las vidas de 40.000 palestinos equivalen a las vidas de 120 rehenes israelíes?
Muchos de los que se encontraban en la gobernación central en ese momento habían huido recientemente de Rafah después de que el ejército de ocupación arrojara folletos instando a los residentes a evacuar.
En cuanto al norte de Gaza, a ninguno de los desplazados se le permitió regresar . Desde el comienzo de la guerra, el ejército de ocupación la había separado de la región central, con tanques en el corredor de Netzarim, que atraviesa Gaza, listos para matar a cualquiera que intentara regresar.
La observación más significativa sobre esta masacre es que no había ninguna necesidad operativa para ello. El ejército de ocupación podría haber liberado a los cautivos con muchas menos bajas palestinas , con el principio básico de que matar incluso a un civil es un crimen que exige responsabilidad.
Víctimas civiles masivas
El hecho de que el ejército israelí causó deliberadamente bajas masivas de civiles se ve reforzado por el hecho de que el incesante bombardeo israelí tuvo como objetivo una amplia zona y lugares alejados del lugar de la operación .
Por ejemplo, se cometieron masacres en Deir al-Balah , a unos 10 kilómetros de distancia, mientras que la operación se desarrollaba en el campo de Nuseirat. Esta matanza excesiva de civiles sin ninguna «necesidad operativa» sólo tiene una explicación: el Estado colonial sionista aprovecha cualquier oportunidad para derramar la sangre de tantos palestinos como sea posible.
Considera que el asesinato de cada palestino adicional es una ganancia, ya que su proyecto se basa fundamentalmente en la idea de limpieza étnica . Quiere inculcar en la conciencia palestina que el costo de cualquier intento de rebelarse contra el proyecto colonial será alto.
Israel no está solo en la devaluación de las vidas palestinas. Los gobiernos amigos de este estado colonial, principalmente la administración estadounidense, adoptan una retórica que legitima los crímenes genocidas cometidos por este estado colonial.
Desde el comienzo de esta guerra genocida, los funcionarios occidentales han pedido la liberación de los rehenes israelíes, dando a entender que el único problema en Gaza es la detención de los rehenes.
Mientras tanto, mientras continúan los llamados para la liberación de unos 120 cautivos israelíes de Gaza, Israel ha matado a casi 40.000 palestinos en ocho meses, la abrumadora mayoría de los cuales son civiles, incluidos alrededor de 15.000 niños palestinos.
¿Cree realmente en el valor de la igualdad humana la parte del mundo que apoya al régimen colonial sionista? ¿Creen que las vidas de 40.000 palestinos equivalen a las vidas de 120 rehenes israelíes?
La realidad lo desmiente, mostrando que los partidarios del proyecto colonial racista creen en una jerarquía de valores humanos, donde los ciudadanos del estado colonial son considerados más valiosos y merecedores de la vida que los palestinos.
Una 'herencia fea'
Al comienzo de esta guerra , el Ministro de Defensa del Estado colonial racista, Yoav Gallant, describió a los palestinos como «animales humanos».
Esta descripción no fue una pérdida momentánea de temperamento sino la expresión más honesta de la visión sionista del pueblo palestino. Todas las políticas genocidas de Israel antes y después del 7 de octubre confirman que no ven a los palestinos como seres humanos que merecen la vida, sino como una amenaza que debe ser eliminada.
Israel es un recordatorio de esta fea herencia del proyecto colonial occidental.
La historia nos ayuda a comprender el presente. Esta visión sionista que despoja mentalmente a los palestinos de su humanidad como preludio a su exterminio físico es una continuación de la visión colonial de los pueblos subyugados.
Sabemos por la historia del colonialismo occidental cómo los invasores europeos exterminaron a decenas de millones de nativos americanos y mataron a decenas de millones más de africanos cuando los llevaron a través de largos viajes de tortura y humillación a través del océano.
Los que sobrevivieron fueron esclavizados. También sabemos cómo las potencias coloniales exterminaron a decenas de millones de personas en África y Asia y saquearon sus riquezas durante la era colonial.
Israel es un recordatorio de esta fea herencia del proyecto colonial occidental. Ningún Estado o político puede afirmar que cree en los valores humanos y al mismo tiempo apoyar a este Estado colonial genocida.
Creer en los principios de igualdad, justicia y dignidad para todos los seres humanos requiere necesariamente oponerse a este feo sistema colonial y luchar por un mundo que crea en el derecho a la vida y la dignidad de todo ser humano, independientemente de su raza, religión o color.
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