"Apoyaron a los esclavistas igual que ahora están ayudando, junto con el moderno EE.UU., al Kiev nazi", expresó.
Dimitri Medvedev
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Hay muchas semejanzas entre el conflicto ruso-ucraniano y la guerra civil estadounidense, según opinó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev.

El expresidente ruso escribió en su canal de Telegram que los paralelismos entre ambos conflictos "son más que transparentes y, por tanto, desagradables para el 'establishment' liberal-izquierdista" de EE.UU.
"Los ideales de los adversarios diferían mucho. Con los norteños, igualdad, libertad y una ley para todos. Con los confederados, racismo inhumano y desenfrenado", recordó.
En el contexto de la injerencia extranjera, sostuvo que "los mismos infames extranjeros de hoy -como de costumbre, Reino Unido y Francia- interfirieron descaradamente y sin miramientos en el curso de los acontecimientos, deseando la victoria del Sur".
"Apoyaron a los esclavistas igual que ahora están ayudando, junto con el moderno EE.UU., al Kiev nazi", expresó.
Medvédev recordó que en la guerra civil estadounidense ganó el Norte, con el republicano Abraham Lincoln, resultado que describió como una "página destacada en la historia de EE.UU." porque acabó con la esclavitud.

"Este es el ángulo desde el que deben evaluarse nuestros acontecimientos en el extranjero: en esencia, la guerra civil de un pueblo, en la que la mayoría se ve obligada a defender su independencia con armas en la mano en la lucha contra los nuevos nazis, que vuelven a contar con el apoyo de la corrupta Europa y del complejo militar-industrial estadounidense", explicó.

Esfuerzos de la propaganda estadounidense

Medvédev también aseveró que "la insensata e impotente propaganda de la actual Casa Blanca" busca inspirarse en los libros de historia. "Se lanza la tesis de que Ucrania se comporta como Gran Bretaña en 1940-1941" y presentan al líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski como el nuevo Winston Churchill.

Refiriéndose al presidente estadounidense, Joe Biden, y sus ambiciones de reelegirse en las presidenciales de noviembre, manifestó que los propagandistas de Washington "quieren que un anciano con la boca entreabierta, que apenas puede mantenerse en pie, sea el nuevo [Franklin] Roosevelt, insinuando que es probable que el futuro presidente de EE.UU. gobierne desde una silla de ruedas por motivos de salud".
"Pero un anciano con demencia no es en absoluto Franklin Delano Roosevelt. Así que el público frunce el ceño y no se lo cree", concluyó Medvédev.