Hungría sufre duros ataques políticos en Europa por parte de quienes abogan por continuar el conflicto militar en Ucrania, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó.
Péter Szijjártó.
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"Ahora estamos siendo objeto de ataques políticos muy duros por parte de aquellos políticos europeos que representan la posición en favor de la guerra", dijo Szijjártó en un debate abierto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cooperación multilateral, presidido por su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Estos ataques, insistió el jefe de la diplomacia húngara, inspiran aún más a Budapest a proseguir su misión de paz para resolver la crisis ucraniana.

El canciller añadió que solo la paz que busca Hungría "puede volver a hacer grande a Europa".
"Todo el mundo ya se ha dado cuenta de que este conflicto no tiene solución en el campo de batalla, esto se ha demostrado en los últimos dos años y medio. Si no está en el campo de batalla, hay que encontrarla en la mesa de negociaciones. Pero si no nos comunicamos, si organizamos actos en los que solo está presente una parte del conflicto, no llegaremos a una solución", señaló Szijjártó.
El pasado 2 de julio, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, realizó una visita sorpresa a Kiev, donde se reunió con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski; el día 5 llegó a Moscú para entrevistarse con el presidente ruso, Vladímir Putin; el 8 de julio sostuvo un encuentro en Pekín con el mandatario chino, Xi Jinping, en lo que calificó de "misión de paz 3.0"; y el día 9 llegó a Washington, donde se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.


Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 con su operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, según Putin, son proteger a la población de "un genocidio por parte del régimen de Kiev" y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este de Europa.

El 14 de junio, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Zelenski, por su parte, rechazó la propuesta, calificándola de ultimátum.

Hasta la fecha, Ucrania ha condicionado el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.

La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas.

Moscú en repetidas ocasiones se declaró dispuesto a reanudar el proceso negociador con Kiev, pero lo condicionó a la cancelación del decreto ucraniano que prohíbe retomar las negociaciones con Rusia.