Traducido por el equipo de SOTT.netNuevos análisis de sangre podrían ayudar a los médicos a diagnosticar la enfermedad de Alzheimer con mayor rapidez y precisión, según revela un estudio reciente.
© Getty ImagesLos científicos creen que el Alzheimer es probablemente el resultado de una acumulación anormal de proteínas (amiloide y tau) dentro y alrededor de las células cerebrales
La enfermedad de Alzheimer es la
forma más común de demencia y afecta a 6,7 millones de estadounidenses. Con el envejecimiento de la población en auge en EE.UU., se prevé que esa cifra aumente hasta los 13 millones en 2050.
Un estudio realizado con 1.213 pacientes en Suecia entre febrero de 2020 y enero de 2024, publicado el domingo, reveló que los análisis de sangre centrados en la forma de una proteína llamada tau eran mucho más precisos para diagnosticar la enfermedad que los médicos por sí solos.
En el estudio, los pacientes que visitaron a un médico de atención primaria o a un especialista por quejas de memoria obtuvieron un diagnóstico inicial usando exámenes tradicionales, dieron sangre para pruebas y fueron enviados a una punción lumbar confirmatoria o un escáner cerebral.
© Shutterstock/Roman ZaietsSegún un nuevo estudio, los análisis de sangre centrados en una forma de proteína llamada tau son mucho más precisos para diagnosticar la enfermedad que los médicos por sí solos
Según las conclusiones de los investigadores de la Universidad de Lund, el diagnóstico inicial de los médicos de atención primaria fue preciso en un 61% y el de los especialistas en un 73, pero el análisis de sangre lo fue en un 91%.
"Hasta no hace mucho, medir la patología del cerebro de un ser humano vivo se consideraba imposible", declaró a
The New York Times el Dr. Jason Karlawish, codirector del Penn Memory Center de la Universidad de Pensilvania, que no participó en la investigación.
"Este estudio se suma a la revolución que se ha producido en nuestra capacidad para medir lo que ocurre en el cerebro de los seres humanos vivos".
Aunque la
causa principal de la enfermedad de Alzheimer sigue siendo objeto de debate, los científicos creen que el daño es probablemente el resultado de una acumulación anormal de proteínas (amiloide y tau) dentro y alrededor de las células cerebrales.
En los enfermos de Alzheimer, las proteínas amiloides no se eliminan eficazmente del organismo y acaban formando placas en el cerebro. Las proteínas tau se desprenden de las neuronas y forman ovillos.
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Ambas cosas pueden provocar la muerte de las neuronas, lo que dificulta la transmisión de señales por todo el cerebro.
Según la Dra. Suzanne Schindler, neuróloga de la Universidad de Washington en San Luis, los análisis de sangre miden una forma de tau que se correlaciona con la acumulación de placa.
Un nivel alto indica una gran probabilidad de que la persona tenga Alzheimer, mientras que un nivel bajo indica que probablemente no sea la causa de la pérdida de memoria.
Los expertos afirman que los análisis de sangre deberían limitarse a médicos e investigadores, y no estar a disposición del público en general.
Según María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, sólo deberían utilizarse análisis de sangre con un índice de precisión superior al 90%.
La Asociación de Alzheimer está elaborando unas directrices y varias empresas tienen previsto solicitar la
aprobación de la FDA, lo que aclararía el uso adecuado.
Las pruebas no son para las personas que
no tienen síntomas, a menos que sea parte de la inscripción en estudios de investigación, dijo Schindler.
Esto se debe en parte a que la acumulación de amiloide puede comenzar dos décadas antes de que aparezca el primer signo de problemas de memoria, y hasta ahora no hay más medidas preventivas que el consejo básico de comer sano, hacer ejercicio y dormir lo suficiente.
En la actualidad no existe cura para el Alzheimer y los
nuevos fármacos en desarrollo, como el donanemab (una píldora dos veces al día que podría reducir los niveles de una proteína cerebral dañina llamada amiloide), sólo ralentizan marginalmente el ritmo de progresión y conllevan peligrosos efectos secundarios, como hemorragias cerebrales.
Aunque el fármaco fue aclamado desde el principio como una terapia potencial, una cuarta parte de los pacientes del ensayo sufrieron inflamación cerebral y tres personas murieron por inflamación o hemorragia cerebral atribuidas al fármaco.
Otro fármaco, el Leqembi, funciona de forma similar al donanemab, pero también puede causar anomalías de imagen relacionadas con el amiloide (ARIA), que son cambios cerebrales que pueden incluir hemorragias e inflamación.
Está aprobado por la FDA, pero los estudios muestran que alrededor del 20 por ciento de las personas que toman el fármaco desarrollan ARIA, pero sólo el 20 por ciento de esas personas experimentan síntomas.
Comentario: Hay un montón de cosas mundanas que uno puede hacer para mantener la salud del cerebro, antes de recurrir a medicamentos de lujo: