Traducido por salagre

Las jugadoras de dardos han sido amenazadas con medidas disciplinarias si se niegan a jugar contra oponentes transgénero.
El jugador de dardos que se dice trans Noa-Lynn van Leuven ha dividido el mundo de los dardos desde que se unió al circuito femenino Crédito: Shutterstock/Godfrey Pitt
© Shutterstock/Godfrey PittEl jugador de dardos que se dice trans Noa-Lynn van Leuven ha dividido el mundo de los dardos desde que se unió al circuito femenino.
Casi cuatro meses después de que una jugadora británica perdiera por abandono una partida contra una mujer trans en el Abierto de Dinamarca, la Federación Mundial de Dardos (WDF) ha iniciado una polémica campaña contra este tipo de protestas.

Antes de anunciar los campos provisionales para el Campeonato del Mundo de este año, el organismo rector declaró en un comunicado:
«En vísperas de un periodo importante en el calendario de la WDF con las copas regionales, el World Masters y los Campeonatos del Mundo, la WDF desea aclarar su posición sobre las retiradas de jugadoras.

Una vez que se ha lanzado el primer dardo en un torneo, cualquier jugadora que posteriormente se retire de una partida puede considerarse que está desprestigiando el juego y podría enfrentarse a medidas disciplinarias.

Esta postura se ha adoptado para proteger adecuadamente a nuestros países miembros, sus torneos y sus patrocinadores, así como para preservar la integridad del sistema de clasificación de la WDF».
La medida fue criticada por quienes hacen campaña para que se prohíba a las mujeres trans participar en competiciones deportivas exclusivamente femeninas.

Lynne Pinches, la jugadora de billar que el año pasado perdió por retirada (artículo en español) la oportunidad de ganar un título nacional tras negarse a jugar contra una oponente trans, publicó en X: «Así son los Dardos. Castigar a las mujeres por ceder un partido para proteger su propia salud mental es poco menos que repugnante. Las van a disciplinar para que se comporten como buenas chicas».

En mayo, Deta Hedman, tres veces finalista del Campeonato del Mundo WDF, se retiró de su partida de cuartos de final del Open de Dinamarca contra su oponente trans Noa-Lynn van Leuven.

Van Leuven, que ha dividido su deporte desde que se unió al circuito femenino tras iniciar su transición (?) en 2022, había ganado anteriormente dos títulos de la Corporación Profesional de Dardos (PDC): las Series Femeninas de la PDC en Wigan y un evento del PDC Tour en Hildesheim, Alemania.

Hedman ya había pedido a la PDC y a la WDF que excluyeran a las mujeres trans de los torneos femeninos. Escribió en X: «No jugaría contra un hombre en un evento femenino».

En un mensaje al grupo de campaña Save Women's Sport (Salvemos Los Deportes Femeninos) añadió: «Este tema [está] causando mucha angustia en el deporte que tanto quiero. La gente puede ser quien quiera en la vida, pero no creo que los nacidos biológicamente hombres deban competir en el deporte femenino».