La revista británica New Statesman pinta un panorama catastrófico para Occidente en relación con Rusia. "La economía rusa está en muy buena forma. El Fondo Monetario Internacional anunció que este año crecería más rápido que todos los principales países del G7, gracias al efecto de la guerra", escribe (1).
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El gasto de Rusia en la economía de guerra "representa más del 6 por cien de la producción económica, mientras que en Occidente muchos países luchan por alcanzar el 2 por cien", añade. "La economía de guerra rusa funciona con esteroides y genera enormes ingresos para el Estado. Se espera que los ingresos no relacionados con el petróleo y el gas aumenten un 73 por cien el próximo año. Rusia no financia el fortalecimiento de su defensa mediante deuda, sino mediante una economía en auge", concluye.

La revista señala que los imperalistas sólo han analizado la situación de Rusia a través de su propio prisma, a pesar de que Rusia tiene su propia economía, sus propias energías primarias y su propia zona monetaria. "Existe cierta confusión sobre lo que les sucede a las economías durante tiempos de guerra. A las economías no les falta dinero, a menos que utilicen la moneda de otro país, como el dólar estadounidense. Una economía de guerra es el mayor estímulo fiscal keynesiano imaginable".

En condiciones de rápido desarrollo de la economía militar de Rusia, la correlación de fuerzas se desarrolla a favor de Moscú. Occidente ha hecho ruido, ha amenazado, pero ninguno de los compinches de Estados Unidos está dispuesto a gastar tanto para tener una economía de guerra. Pero Putin lo ha hecho.

En marzo de 2022, al comienzo de la Guerra de Ucrania, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, prometió: "Vamos a provocar el colapso de la economía rusa". Es la economía francesa la que está arruinada. La agencia Fitch acaba de poner la calificación de la deuda francesa en "perspectiva negativa", lo que preocupa al capital financiero, que desaconseja invertir en Francia.

"Alemania está sumida en una crisis y se encamina hacia un crecimiento cero en 2024", titula el periódico Frankfurter Rundschau. El rearme alemán avanza lentamente. Alemania quiere gastar más dinero en la guerra pero no puede. El Instituto para la Economía Mundial de Kiel dice que Alemania podría quedar por detrás de Rusia en términos de potencia militar (2), cuando ya lo está.

Los planes de Francia y Alemania para construir una economía de guerra son un fracaso. "No es una predicción, sino una advertencia de que Occidente debe adoptar urgentemente una estrategia de guerra más realista, en lugar de financiar un conflicto interminable que Ucrania no tiene ninguna posibilidad de ganar", concluye New Statesman. "El apoyo estadounidense a Ucrania persiste, pero a un nivel menor. La actual prioridad de política exterior de Estados Unidos es Oriente Medio. Si Donald Trump gana las elecciones presidenciales el próximo mes, toda la política occidental en Ucrania se pondrá patas arriba", advierte la revista británica.

La Unión Europea no tendrá los medios militares para hacer frente a Rusia, cuyo PIB aumentó un 4 por cien interanual en el segundo trimestre de este año, mientras Alemania está en recesión y Francia también quedará estancada muy pronto. Los dos países que forman el motor de la Unión Europea son incapaces de financiar una economía de guerra.

Notas

(1) https://www.newstatesman.com/international-content/2024/10/putin-stares-down-the-west
(2) https://www.ifw-kiel.de/de/publikationen/aktuelles/kriegstuechtig-in-jahrzehnten-deutschland-ruestet-viel-zu-langsam-gegen-russische-bedrohung-auf/