Enrique Gavilán y Antonio Villafaina, médico y farmacéutico que trabajan en Extremadura, mi bella tierra madre, han publicado un libro que les comentaba el otro día. Técnico pero con mucha información para la ciudadanía preocupada por el abuso y mal uso de los medicamentos. Citan que una de las prácticas habituales que utiliza la industria sanitaria para lograr la prescripción de medicamentos por parte de los médicos es la facilitación de los medios diagnósticos a los centros sanitarios a un supuesto precio cero. Una buena manera de abrir nuevos mercados, te regalo la máquina o los medios técnicos y tú ya me encuentras los clientes. Dar a probar el producto para vender se ha hecho siempre y puede ser una buena herramienta de marketing, legítima, primero si el producto es bueno, tiene calidad, y segundo si ayuda a las personas a mejorar la salud e las personas. En este caso que les voy a contar es dudosa la calidad del producto y son dudosos los fines con los que se utiliza.

Les escribo sobre el manual de diagnóstico PRIME-MD, desarrollado por Pfizer, que se autopresenta como un instrumento que hace posible a los médicos de familia diagnosticar el 90% de las quejas psiquiátricas en menos de ocho minutos y medio. Cuando se obtiene el diagnóstico sugiere el fármaco a prescribir.

Resulta que los médicos que han realizado un estudio estadístico han llegado a las siguientes conclusiones por cada 1.000 personas. Cuanta enfermedad para tanta sociedad sana. Todo muy robotizado y poco humanizado ¿verdad?:

Diagnósticos clínicos %
Trastorno depresivo mayor, episodio único 201 20,1
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo 132 13,2
Trastorno depresivo mayor recurrente 45 4,5
Trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo 41 4,1
Esquizofrenia tipo paranoide 40 4
Trastorno obsesivo compulsivo 35 3,5
Trastorno adaptativo con ansiedad 32 3,2
Trastorno de pánico 32 3,2
Trastorno bipolar I 29 2,9
Trastorno de ansiedad generalizada 28 2,8
Otros diagnósticos 433 43,3