Traducido por el equipo de SOTT.net

La Oficina Electoral Central de Rumanía (BEC) ha bloqueado la candidatura de Calin Georgescu a las elecciones presidenciales de mayo por sus opiniones «antidemocráticas». La sorprendente victoria del candidato derechista y antisistema en la primera vuelta de los comicios de noviembre había provocado la repetición de las elecciones.
Georgescu
© Alexander Dobre/APCalin Georgescu
Las autoridades electorales de Bucarest alegaron el supuesto incumplimiento por parte del político «de las normas del procedimiento electoral, violando la propia obligación... de defender la democracia». Anteriormente, la BEC había recibido más de 1.000 quejas contra Georgescu por sus opiniones «extremistas».

La sentencia puede ser objeto de recurso ante el Tribunal Constitucional en un plazo de 24 horas.

La reacción de Georgescu

El aspirante presidencial, claro favorito en las próximas elecciones y que según las proyecciones obtendría hasta el 45% de los votos, escribió en X que la decisión constituye un «golpe directo al corazón de la democracia en todo el mundo». Georgescu afirmó que «Europa es ahora una dictadura [y] Rumanía está bajo la tiranía».

Antecedentes y opiniones

El político es doctor en ciencias del suelo y pasó gran parte de las décadas de 1990 y 2000 en el Ministerio de Medio Ambiente de Rumanía. Representó al país en el comité nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente hasta 2012.

Durante algún tiempo, Georgescu fue miembro de la derechista Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), pero abandonó el partido en 2022 en medio de disputas internas. Aunque desde entonces no se ha asociado a ningún partido, en los últimos años ha conseguido crear una imagen online relativamente exitosa en varias plataformas de redes sociales.

Georgescu ha arremetido repetidamente contra la OTAN y la UE, de las que Rumanía es miembro, y ha denunciado el apoyo occidental a Ucrania, entre otras cosas.

El origen de la polémica

En contra de las previsiones de las principales encuestadoras, el político de derechas se impuso por sorpresa en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en noviembre, con el 23% de los votos. Sin embargo, al mes siguiente, el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló los resultados, citando documentos de los servicios de inteligencia que alegaban «irregularidades» en la campaña y una supuesta injerencia rusa. Sin embargo, no se han presentado pruebas de esas acusaciones.

Informes posteriores de los medios de comunicación, citando los resultados preliminares de una investigación sobre el asunto, indicaron que las supuestas «irregularidades» procedían de las actividades de una empresa consultora vinculada al gobernante Partido Nacional Liberal, pro-occidental. Al parecer, esta empresa intentaba perjudicar a otro candidato y, sin darse cuenta, había favorecido a Georgescu en el proceso.

Respuesta de Rusia a las acusaciones

Al comentar las acusaciones de intromisión rusa, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, insistió a finales de noviembre en que
«No tenemos por costumbre interferir en las elecciones de otros países, en particular en Rumanía, y no tenemos intención de hacerlo ahora». El funcionario atribuyó las acusaciones a lo que describió como una «tendencia básica que existe en Occidente a este respecto».
Georgescu imputado

A finales de febrero, Georgescu fue detenido brevemente y acusado de seis cargos criminales, incluyendo presuntos «actos anticonstitucionales», «soborno de votantes» y «promoción de ideologías fascistas, racistas o xenófobas.»

El político rumano pidió al presidente estadounidense, Donald Trump, que «se ocupe de la situación», alegando que había sido víctima del «Estado profundo» en su país.

Críticas de EE.UU.

Aunque el jefe de Estado estadounidense aún no se ha pronunciado públicamente sobre la polémica, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, habló el mes pasado en la Conferencia de Seguridad de Múnich de prácticas «feas, de la era soviética» que están asomando la cabeza en Rumanía en un intento de sofocar un «punto de vista alternativo.» Más tarde, en febrero, el zar de la eficiencia gubernamental nombrado por Trump, Elon Musk, calificó la detención de Georgescu de «desastre».

La opinión de los expertos

En un artículo publicado el domingo, el medio de comunicación rumano Adevarul citaba a un antiguo juez constitucional que afirmaba que, según las leyes del país, «la invalidación de la candidatura sólo está justificada en caso de condena firme [del candidato]» por un delito.

En relación con la decisión del BEC de impedir que Georgescu se presente a las elecciones presidenciales, el experto en derecho constitucional Bogdan Iancu declaró al medio de comunicación que el Tribunal Constitucional de Rumanía debería tener en cuenta un informe urgente publicado a finales de enero por la Comisión de Venecia, oficialmente conocida como Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho. En él, el órgano consultivo del Consejo de Europa escribía que «la anulación de una parte de las elecciones o de las elecciones en su conjunto sólo se justifica en circunstancias muy excepcionales». Señalaba además que toda anulación de resultados electorales por irregularidades en la campaña en línea «debe indicar con precisión las infracciones y las pruebas, y no debe basarse únicamente en información clasificada... ya que ello no garantizaría la transparencia y verificabilidad necesarias».

El informe también hacía referencia al Código de Buenas Prácticas de la Comisión de Venecia de 2018, según el cual, «la privación del derecho a votar y a ser elegido... debe basarse en la incapacidad mental o en una condena penal por un delito grave.»

Argumentos contra Georgescu

Los defensores de la eliminación de Georgescu de las próximas elecciones han citado a su vez el precedente del año pasado, en el que el Tribunal Constitucional prohibió a otra candidata de derechas, Diana Sosoaca, presentarse a las presidenciales, tras analizar su conducta y declaraciones públicas y sus implicaciones.